Como primer antecedente encontramos la autorización para la compra de los Fiat 508 de 1932, con motor de 1000 cc y 20 CV. Este auto popular de preguerra tuvo un singular éxito, al cual no fueron ajenos los Carabinieris. Su sucesor fue un conocido para estas tierras: el Fiat 1100 con un motor de 32 CV y un diseño más moderno. Hay que aclarar, que de este modelo, se hacían distintas versiones, algunas más largas, con otro rodado, con un tanque de combustible más grande, según surgían los pedidos. Luego de la Segunda Guerra, no se podía aspirar a grandes vehículos, por lo tanto, Fiat presentó una interesante solución, el “Campagnola”. Este automóvil, inspirado en el Jeep americano, tenía un motor de 2 litros naftero o diesel de 53 CV y 40 CV respectivamente.
A partir de la década del 50, se empiezan a abastecer de los modelos más populares de Fiat. Así van pasando el 1900, el 1400 y hasta el popular 600 que todos conocemos. Para la nueva década de 1960, se continúa con la serie 1300/1500, los de mayor prestigio 1800/2100 y para los altos mandos se usaban los 2300, aunque también se podían empezar a ver otras marcas como el Lancia Flaminia. Pero lo que ocurría, es que cada vez necesitaban más velocidad, puesto que los delincuentes también se modernizaban. Y es por eso, que deciden cambiar de marca y se deciden por la Alfa Romeo.
El primer modelo fue el Giulia Ti y su versión posterior, el Super Giulia. Poseían un motor de 4 cilindros y 1570 cc que erogaba 102 CV que combinados con su peso de casi mil kilos, le permitía llegar a los 175 km/h. Y estuvieron en servicio hasta 1973, año en que se presentó su sustituto. La Alfetta, que gracias a sus 1800 cc y sus 122 CV circulaba a 180 km/h incorporando la caja de quinta velocidad. En 1981, se hizo necesario el ingreso de la versión 2.0 de Alfetta que con el nuevo motor de 2 litros, garantizaba los 185 km/h. En 1987, los vehículos ya estaban obsoletos, y se selecciona el “nuovo veicolo”. El elegido fue el modelo de la casa de Milán, el Alfa 75. Un sedán con un motor de 1800 cc y 120 CV, capaz de alcanzar los 190 km/h de velocidad final. Este modelo no tuvo el éxito esperado por lo que prontamente se produjo el cambio por el Alfa 90, con el cual compartía la motorización.
Para 1992, la obsolescencia de los dos modelos dispuso la renovación del parque automotor. Y el reemplazo no pudo ser mejor que el Alfa Romeo 155, ya que gracias a su moderno motor por primera vez podían circular a velocidades cercanas a los 210 km/h. Este cambio, fue tan significativo, que se lo comparaba con la revolución que había provocado la incorporación del Giulia más de treinta años atrás.
Claro que la evolución no se detuvo y es así como llegamos a nuestro Alfa Romeo 156 2.0 Twin Spark 16v de 1998, cuyo motor de 2 litros entregaba 155 CV a sus ocupantes, para que puedan circular tranquilamente por las autopistas a 220 km/h. Así mismo incorporaba toda una artillería en materia tecnológica, siendo su principal característica estética, la incorporación de un spoiler en el techo, que al accionarlo desde el interior, se eleva, dejando a la vista una pantalla digital trasera , que tiene por función enviar mensajes a los conductores y peatones sobre cualquier emergencia que se produzca.
Les dejo un video de la publicidad que se vió en el país y las fotos de la réplica perteneciente a la firma Bburago
Los patrulleros europeos están a la orden del día pensar que aquí son vehículos de alta gama, la prestancia del auto debe ser excelente para cumplir ese servicio. La tampografía del auto es muy ajustada al real ahora que me fijo, muy cumplidor eh?
ResponderEliminarEs un buen modelo para desarmar y pintar interior, balizas y luces.
ResponderEliminarDigamos que tiene un poquito más de glamour que los Corsa y Siena de la bonaerense. La metropolitana con los Meriva está un poco más cerca...
Saludos Cabo!!!!
Vasco
ResponderEliminarPodes escribir un artigo para publicacion em mi blog?
Saluods.
Carlos
Hola Carlos, no hay problema, mandame un mail a vasquito70@hotmail.com
ResponderEliminarSaludos!!!!!