En nuestras
tierras, la imagen de los políticos no goza de buena salud. Es más, podríamos
decir que no goza. Desde que tengo memoria, un político no es una persona que
busca el bien común de la sociedad, sino que es aquel que busca satisfacer sus
propias metas personales. Algunos buscan perpetuarse en el poder, otros, solo
hacer una diferencia económica en poco tiempo para poder retirarse, pero en
definitiva, un político es para la mayoría, un ser detestable. En otros lugares
y en otras épocas, eso no sucedía, de lo contrario no hubiese existido el Simca
Vedette Présidence de 1958.
Hoy en día
no es necesario estudiar la carrera de marketing, para saber que ponerle a un
automóvil el nombre “Presidente”, sería llevar al fracaso inevitable dicho
modelo. Pero hay que aclarar que en la historia del automóvil, hay otros
nombres que tal vez no llegan a tener tan mala reputación, pero no dejan de ser
nombres muy equivocados. Creo que el más emblemático para nosotros es el
Mitsubishi Pajero. Entiendo que los japoneses poco conocen del idioma
castellano y sus derivados, pero ¿Cómo puede ser que nadie les aviso? Por lo
menos es bueno saber cuando uno compra un Pajero de primera mano…
Otro caso:
“Me voy a comprar un Mazda Laputa”.
¿Quién se puede sentir orgulloso de ese auto? Lo bueno es que el venerable
departamento de marketing podría hacer una linda campaña publicitaria. “Laputa es económico”, “Laputa disponible en todos los
concesionarios” y así podríamos seguir un largo rato.
“Disfrute del Nissan Moco, chiquito como un
idem” Ese no era el slogan, pero bien podría haber sido para este pequeño
auto, también oriental. Y el mejor detalle, es que para su presentación,
utilizaron en los catálogos un auto de color… verde. Para mi, el que eligió el
color fue un argentino.
El conocido
Bora de Volkswagen, en realidad se lo denomina Jetta, pero el cambio vino de la
mano, de comentarios tales como “¡Que
Jetta que tenés!!!!” Pero en México se mantuvo el nombre. En cambio ellos
no tienen el Volkswagen Fox, porque cuando salio este modelo, Vicente Fox era
el presidente del país de Eddie, así que se cambió por Lupo. ¿Se imaginan un
auto con el nombre de su presidente?....
En nuestro
país, el caso más conocido fue el de la Chevy.
Su nombre original era el de “Nova”, pero no iba a faltar el
chiste de “No va”, así que en ese
caso nuestros queridos amigos de marketing, tuvieron la lucidez suficiente para
corregir ese detalle. Y mal no les fue.
Estoy
seguro que muchos de ustedes deben conocer más casos. Los invito a seguir
hurgando en los anales de la historia, y dejar en los comentarios esos tan
lindos desaciertos.
Yendo al
modelo que nos acompaña, el mismo fue presentado en el Salón de Paris de 1958 y
fue el fruto de una visita protocolar de la Reina de Inglaterra a Francia a fines de del año
anterior. Para esa ocasión Simca alargó a su conocido Vedette unos 15 centímetros y lo
vistió de limousine para la visita real. Al presidente De Gaulle le gustó mucho
el nuevo modelo, y Simca decidió producirlo en serie, sin dejar de darle al presidente,
una versión especial descapotable, del cual se hicieron dos versiones.
El modelo
presentaba ciertos lujos exclusivos para magnates y jefes de estado. Por
ejemplo el modelo tenía distintos opcionales como un vidrio que dividía el
habitáculo entre el chofer y los ocupantes del asiento trasero. También contaba
con un modernísimo televisor y radioteléfono ubicados en el respaldo delantero
y lo mejor para mi gusto, era la máquina de escribir que escondía en lo que
conocemos como guantera.
Si quieren conocer
más de la historia de este modelo de Simca, los invito a que visiten el Garaje Algabeño, donde van a encontrar mucha más información.
Ese modelo
que vemos acá pertenece a la empresa Ixo para Altaya. Y en el video van a poder
ver la versión de De Gaulle.
Nos vemos
en la próxima entrada, que será por dos, a pedido del Gaucho.