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martes, 22 de noviembre de 2022

Kamaz 4326 (2015)

Frost: ¿Tiene la impresión de haber obstruido la justicia o de haber conspirado para encubrir un delito u obstruir la justicia?

Nixon: No. Creo que está demostrado todo lo contrario, que lejos de obstruir a la justicia, colaboré activamente en su actuación. Cuando Pat Grey del FBI me telefoneó el 6 de julio, le dije: “Pat, llegue hasta donde sea con su investigación”. Eso no es lo que llamaría obstrucción de la justicia.

Frost: Bien. Es muy posible. Pero dos semanas y media antes del 6 de julio, usted intentaba desesperadamente obstaculizar e impedir la investigación.

Nixon: ¡Bah!... No hay ninguna prueba de ninguna clase de que yo...

Frost: Pero si no existe prueba alguna es porque 18 minutos de su conversación con Bob Haldeman de aquel mes de junio quedaron misteriosamente borrados.

Nixon: Aquello fue un descuido desafortunado. Y Bob Haldeman (jefe de Gabinete de Nixon) era un hombre muy riguroso y concienzudo tomando notas. Sus notas están ahí, para quien quiera revisarlas.

Frost: Verá, hemos encontrado algo mucho mejor que esas notas, una conversación con Charles Colson, que según creo no se ha publicado.

Nixon: No... ¿No, no se ha publicado, dice usted?

Frost: No, pero uno de mis investigadores la encontró en Washington, donde está disponible para cualquiera que consulte los archivos.

Nixon: Ah, bueno, solo quería saber si nosotros la habíamos visto.

Frost: Más que verla señor presidente. Usted pronunció esas palabras. A ver, usted siempre ha sostenido que se enteró de la intrusión el 23 de junio (6 días después del asalto])

Nixon: Sí.

Frost: Pero esta transcripción de una grabación de tres días antes nos dice con claridad que eso es falso. En ella usted le dice a Colson: “Toda esta investigación se desvanecerá, a no ser que alguno de los siete (los cinco asaltantes miembros de la CIA más los dos miembros del Comité de Reelección de Nixon que los contrataron) empiece a hablar. Ese es el problema”.

Nixon: Bueno... ¿A qué nos referimos cuando decimos que alguno de los siete empiece a hablar? [...] Voy a tener que pedirle que se detenga, cita palabras mías fuera de contexto y sin ningún orden, y además añadiré que he participado en estas 4 entrevistas sin una sola nota delante

Frost: Porque es su vida señor presidente. Dígame, ¿de verdad espera usted que creamos que no tenía conocimiento de eso?

Nixon: Oiga, ya he declarado todo lo que sabía al respecto. Aquello lo llevaban Haldeman (jefe de Personal) y Ehrlichman (asesor personal de Nixon), yo no sabía nada. De acuerdo, bien. Usted tiene su opinión y yo he dado mi punto de vista. Ahora sigamos, sigamos...

Frost: Un momento, si Haldeman y Ehrlichman eran realmente los responsables, cuando más tarde lo descubrió, ¿por qué no aviso a la policía y exigió que los arrestaran? ¿No es eso una forma de encubrimiento?

Nixon: Tal vez debería haberlo hecho, quizás sí. Quizá debía llamar a los federales a mi despacho y decirles, ¡eh! ahí están estos hombres, llevadlos ante el juez, tomadles las huellas y metedlos entre rejas. No es mi forma de actuar. Esos hombres... Conocía a sus familias, los conocía desde que eran unos niños, pero políticamente la presión que tenía yo para que los entregara se hizo insoportable, así que lo hice, en primer lugar, corté un brazo, y después corté el otro..., y no soy un buen carnicero. Yo siempre he mantenido que lo que ellos hacían, lo que hacíamos todos, no era un delito. Oiga, cuando se es presidente, en ocasiones uno tiene que hacer muchas cosas que no siempre son en el sentido estricto de la palabra, legales, pero uno las hace porque redundan en el interés general de la nación.

Frost: Espere, solo para ver si le he entendido bien. ¿Está usted diciendo que en ciertas situaciones el presidente puede decidir que algo conviene a la nación y entonces hacer algo ilegal?

Nixon: Lo que digo es que, si el presidente lo hace, es porque no es ilegal.

Frost: Eh... ¿Perdone?

Nixon: Eso es lo que creo. Pero soy consciente de que nadie más comparte esa opinión.

Frost: Bien. En ese caso, ¿va usted a aceptar, para que quede claro de una vez por todas, que formó parte de un encubrimiento y que sí que infringió la ley?

Nixon: (Silencio. Suspiro largo.) Aah.

Asesor de Frost: Ya le tenemos.

 

(David Frost: “Entrevista a Nixon” 1977)

2 comentarios:

  1. Eso porque no le preguntaron a Garganta Protuberante!
    La verdad es que todo este tema es una gran laguna para mi, ni siquiera he visto alguna de las películas que anduvieron por ahí, muy reputadas todas.
    Deme unos años y le cuento.
    Hablando del camionardo, la verdad es que no le encuentro sentido a las carreras de camiones, sea rally, pista o aceleración.
    El modelo es espectacular, pero básicamente por una cuestión de tamaño, pero meta toda esa parafernalia en un Land Rover, un Porsche o un Fitito, y el resultado va a ser igualmente espectacular.
    Le refresco la frase de Fontanarrosa "El hombre es la medida de todas las cosas". Los camiones se exceden.

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    1. El caso en si, es una simple salida a la luz, de la corrupción que hay todos los días en todos los gobiernos. A veces, para hacer caer a alguien, lo mejor es soltarle la mano...

      Y lo bueno de la entrevista, es cómo lo va arrinconando hasta prácticamente admitir su complicidad. No es fácil hacer el traspié, a un personaje que toda la vida se dedicó a hacer lo mismo.

      Las carreras de camiones tienen un sentido tan importante como las de autos: Vender... Se que hay gente que piensa que las carreras de automóviles son para desarrollar tecnología, ciencia o un deporte. Pero eso es una falacia. Lo importante es vender, el resto es desechable.

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