A fines de
la década de los 50, Los grandes de Detroit presentaban un nuevo concepto de
automóvil, denominado “compact cars”. Eran vehículos de dimensiones reducidas para
el standard al que estaba acostumbrado el público estadounidense. Era una
manera de frenar el avance de los autos europeos, que habían empezado a
infiltrarse con modelos más pequeños y ágiles como segundo coche familiar. Los
Volkswagen y Renault Dauphine comenzaban a hacerse populares y las grandes
empresas nacionales tomaron cartas en el asunto.
Mientras
que Ford presentaba al Falcon y el grupo Chrysler estrenaba su Valiant, GM bajo
su marca Chevrolet, mostraba al Corvair como su nueva estrella, cuyo nombre
provenía de la unión de los del Corvette y Bel Air, pero con una configuración
totalmente distinta. Edward N. Cole, ingeniero jefe de Chevrolet había decidido
instalar el motor de 6 cilindros en la parte trasera, tal cual lo traían los
pequeños autos extranjeros. De hecho, había ordenado comprar 25 autos Volkswagen,
y no para darlos como premio a los empleados.
También
hubo pruebas del motor refrigerado por aire en un Porsche 356, aunque Ed Cole siempre
aclaró que nunca tuvieron asesoramiento de la casa alemana de Stuttgart, pero
si de la Volkswagen de Wolfsburgo “Conocía a Heinz Nordhoff bastante bien cuando
estuvo en General Motors". La idea de un turismo con motor trasero rondaba
por la cabeza de Cole desde 1945, cuando desarrolla para Cadillac un prototipo
con esta disposición. 15 años más tarde llegaba el Corvair.
Según la
propia Chevrolet, su motor de 6 cilindros opuestos, en el que se emplea
masivamente el aluminio, favorecía la capacidad de tracción. Aunque los
documentos comerciales nos informasen de una "distribución ideal de
pesos" lo cierto es que el 63% de los casi 1.050 kilos del Corvair
gravitaban sobre sus ruedas traseras. Al menos esta desproporción hacía ligera
la dirección e innecesaria su asistencia.
La primera carrocería
en aparecer fue la versión de 4 puertas y llegaba a los 4,57 metros,
exactamente medio metro más que la de un VW Escarabajo. El motor posterior
posibilitaba un amplio habitáculo, apto para 6 ocupantes, con un piso casi
plano. Como en la mayoría de los todo atrás europeos, el Corvair disponía de un
segundo maletero interior tras los asientos posteriores que complementaba el
portamaletas delantero.
Su
estética, también se veía inspirada por los autos europeos, con líneas limpias
y poco recargadas con una influencia notable de varios fabricantes del viejo
continente, como los Simca 1000, Fiat 1300/1500 y NSU Prinz. Otra de las
novedades del pequeño Chevrolet erán las suspensiones independientes en ambos
ejes con resortes helicoidales. De nuevo el eje trasero, con sus semiejes
oscilantes, parece directamente copiado del Volkswagen.
General
Motors considera la estabilidad y la capacidad de tracción sus mayores cualidades,
por lo que en sus documentos comerciales es frecuente ver al Corvair subiendo
pronunciados barrancos o avanzando firme por caminos embarrados. A pesar de
todo ello su delicado comportamiento será lo más controvertido de este modelo,
y por lo que tristemente ha pasado a la historia del automóvil. Los medios
valoran el manejo y la estabilidad del Corvair de manera desigual.
Y las voces
negativas venían por el lado de la tendencia a derrapar del Corvair, el temido
sobreviraje. Pero GM, a pesar de los malos comentarios, sigue adelante con su
proyecto y en abril de 1962 Chevrolet presenta el Corvair Monza Spyder. No se
trata de una variante descubierta como puede sugerir equívocamente su nombre.
La denominación Spyder será un pack deportivo opcional ofrecido únicamente en
las variantes más exclusivas: los Monza Convertible y Coupe.
Y a sabiendas
de las complicaciones de instalar un V8 en el baúl del Corvair, al bóxer 6
cilindros se le agrega un turbocompresor para aumentar la potencia y llegar a
los 150 HP. Al mismo tiempo, su hermana Oldsmobile, otra de las divisiones de
General Motors, había presentado el F-85 Jetfire Turbo Rocket turboalimentado
en el Auto Show de Nueva York el 20 de abril de ese mismo año. ¿Cuál de los dos
fue el primer vehículo de serie turboalimentado de la historia? Todo depende de
las fuentes consultadas.
Pero la historia que le esperaba al Corvair, no iba a ser la soñada. Apenas tres
meses antes de que el pack Spyder potenciase la faceta más deportiva de los
Corvair, fallece Ernie Kovacs. El popular cómico televisivo pierde el control
de su Corvair Station Wagon y un poste metálico secciona su vida. Será la
víctima más ilustre del Chevrolet Corvair. En noviembre de 1965, Ralph Nader
llega a las librerías con su primer libro: "Unsafety at any speed"
("Inseguro a cualquier velocidad"), en el que cuestiona la falta de
interés de la industria automovilística por la seguridad, a la que se
anteponían el diseño o las prestaciones. Con este libro la sentencia de muerte
del Corvair.
Sólo el
primer capítulo está dedicado al él, pero es suficiente. En estas primeras
páginas el abogado de 31 años de origen libanés le decía al mundo lo que creía
que General Motors sabía: que su automóvil compacto no era totalmente seguro. Comienza
exponiendo el caso de Rose Pierini, que en 1961 había perdido un brazo al
salirse de la carretera con su Corvair. "General Motor había pagado a la
señora Pierini 70.000 dólares por evitar un juicio en el que se expondría uno
de los mayores casos de irresponsabilidad industrial de este siglo".
Nader
centra sus ataques contra los Corvair fabricados entre 1960 y 1963. En éstos,
los ejes oscilantes de la suspensión trasera permitían la continua variación de
la caída de las ruedas, que a cierta velocidad y en determinadas condiciones
podían llegar a "meterse debajo del coche", pudiendo provocar su
inesperado vuelco. Por otra parte, censuraba que su estabilidad estuviese en
manos del usuario; condicionada a la vigilancia exhaustiva y continua de la
correcta presión de los neumáticos.
Antes de la
publicación del libro de Nader, General Motors ya había dado un primer paso
para corregir estos defectos. En los modelos de la temporada '64 se incluía un
compensador de la caída en las ruedas traseras, mientras que, coincidiendo con
el rediseño completo de las carrocerías para 1965, la suspensión adoptaba
juntas universales tanto en la salida del diferencial como en las ruedas. Al
fin éstas permanecían perpendiculares al suelo en la mayoría de las
condiciones.
Un mes
después de que "Unsafety at any speed" se ofrezca al público, las
ventas del Corvair caen en más de un 40 % y antes de que finalice 1965 General
Motors acumula más de 100 demandas judiciales. Y decide hacer una jugada por
demás torpe: autoriza la contratación de una agencia de detectives privados
encabezados por un ex-agente del FBI. Ávidos de todo aquello que pueda ser
usado en contra del cruzado de la seguridad, interrogan al círculo más cercano
de Nader, cuestionan su soltería con 32 años, e incluso se valdrán de
atractivas jóvenes que tratarán de seducir burdamente al abogado. Pero éste no
cae en la trampa. Tampoco en su pasado hay nada que ocultar.
Una vez que
el bochornoso caso trasciende a la opinión pública, el 22 de marzo de 1966 el
presidente de General Motors es citado a comparecer ante un comité del Congreso
para dar explicaciones. Ante las cámaras de televisión toda América verá como
James Roche se disculpa ante Nader por la intromisión en su vida privada. En
las portadas de la prensa puede leerse como Goliat pide perdón a David. El
mayor fabricante de automóviles del planeta había hecho de Ralph Nader un héroe
nacional en un sólo día.
Los
acontecimientos se suceden más rápido de lo esperado y antes de que finalice
1966, el Congreso americano aprueba la Ley Nacional de Tránsito y Seguridad en
el Automóvil y la Ley de Seguridad en las Carreteras. La lucha del "lobby
de un solo hombre", como había definido The Washington Post al Sr. Nader,
por los derechos de los ciudadanos en materia de seguridad automovilística
había dado sus frutos... aunque las normas que serían obligatorias para todos
los automóviles comercializados en EEUU tardarían un par de años en aplicarse.
A finales
de 1966 el activista demanda formalmente a GM que será obligada a abonarle,
cuatro años después, 425.000 dólares por el delito de intromisión en su
intimidad. Convertido en el mayor activista de EEUU continuará su lucha en
favor de los intereses de los consumidores y en la defensa del medio ambiente. Fue
un eterno candidato a la Casa Blanca, que celebró el 50 aniversario de la
publicación del libro que le dio la fama, y que se puede comprar en su web al
módico precio de 100 dólares, incluyendo su firma.
El padre
del discutido Corvair, alcanzará la presidencia de General Motors en octubre de
1967. La alargada sombra del pequeño Chevrolet no perjudicará su carrera.
Retirado desde 1974, recordará siempre al coche de motor trasero con gran
afecto: "La primera vez que supe que este modelo cumplía nuestras
expectativas fue cuando probé aquel Porsche modificado con nuestro nuevo motor.
Conduje aquel coche en el GM Tecnichal Centre a finales de 1957 y en Pikes Peak
a comienzos del año siguiente... Iba maravillosamente, sabía que era un
ganador. Y nunca he dejado de pensarlo."
Tras una
lenta agonía en las listas de ventas, a mediados de 1969, concluye la
producción del Chevrolet más polémico. Tras casi 1.800.000 unidades fabricadas
en todo tipo de carrocerías (icluyendo las variantes truck y van), parecía como
si GM hubiese prolongado artificialmente su existencia por no dar su brazo a
torcer ante sus detractores. Apenas se comercializaron 5.000 unidades en su
último año de vida y sus compradores recibían entonces un abono de 150 dólares
(válido hasta 1973) a descontar en la compra de otro automóvil de la marca
Chevrolet.
En 1972, la
agencia estatal NHTSA (National Highway Traffic Safety Administration), creada
tras la incesante lucha de Nader, envió una carta a todos los propietarios de
un Corvair en la que se informaba que los primeros modelos de este vehículo no
eran inseguros: "El manejo y la estabilidad del Corvair no son anormales y
no suponen un peligro que pueda causar la pérdida de su control"
La miniatura 1/43 es de Yat Ming, de la serie Road Signature.