Verlos en versión dos puertas “suicidas” y convertibles, también me llamó la atención. Eso no es algo muy común en los automóviles de la década del ’30. Lo importante es que con el tiempo y esfuerzo conseguí tenerlo en mi colección y en su momento salió en este blog. Pero como es un modelo que me gusta, les muestro unas fotos del Salón del Automóvil 2011, cuando me lo volví a topar.
A medida que se acercaba 1929, las cosas pintaban bien para Errett Lobban Cord y el imperio que había creado. La cartera de su Cord Corporation incluía llamativos automóviles Auburn, motores Lycoming, aviones Stinson, taxis Checker e incluso el poderoso Duesenberg entre sus ofertas, pero Cord era un fabricante de automóviles sin una marca homónima.
Pero eso se terminó en junio de 1929 con la introducción del Cord L-29, el primer automóvil con tracción delantera vendido en el mercado estadounidense, y que ofrecía un estilo radicalmente diferente. Un motor Lycoming de ocho cilindros en línea, modificado para impulsar un conjunto de transmisión montado en la parte delantera, era el encargado de proporcionar la potencia. Este diseño radicalmente diferente ofrecía una altura sin precedentes y un capó largo, los cuales permitieron al diseñador Alan H. Leamy crear uno de los autos más bellos de la época.El Cord 810, y posteriormente Cord 812, fue un automóvil de lujo producido por la división Cord Automobile de la Auburn Automobile Company entre 1936 y 1937. Fue el primer automóvil que combinaba la tracción delantera con una suspensión independiente diseñada y construida en Estados Unidos. También fueron los primeros coches de producción en incorporar faros ocultos o retráctiles. Además, el nuevo diseño de su trompa sustituyó por completo la tradicional parrilla de radiador que tenía su predecesor, el Corl L-29 del cual heredaba su tracción delantera.
El diseño del Cord 810 fue obra del diseñador Gordon M. Buehrig y su equipo de estilistas, que incluía a los jóvenes Vince Gardner y Alex Tremulis. Si bien el eje delantero era muy innovador, en la parte trasera presentaba el simple eje trasero tubular con resortes. La potencia provenía de un V8 Lycoming de 4739 cc con los mismos 125 hp que el L-29. La transmisión semiautomática de cuatro velocidades se extendía frente al motor, como en un Traction Avant, con el selector de marchas eléctrico Bendix ubicado en la columna de dirección. Esto permitió a Buehrig eliminar el eje y el túnel de transmisión. Y para acentuar su aspecto elegante y bajo, también se prescindió de los clásicos estribos laterales.
Concebido como un Duesenberg y casi desprovisto de cromo, el 810 tenía bisagras de puerta ocultas y el capó con bisagras traseras, en lugar del tipo de apertura lateral más habitual en ese momento. En los guardabarros delanteros presentaba los faros ocultos que eran luces de aterrizaje Stinson modificadas, ya que Cord poseía la mayoría de las acciones de empresa Stinson. El sistema se accionaba a través de manivelas manuales ubicadas en el tablero. También contaba con una puerta de llenado de combustible con cerradura oculta y limpiaparabrisas de velocidad variable.
El coche causó sensación en su debut en el Salón del Automóvil de Nueva York en noviembre de 1935. La multitud era tan densa que los asistentes se pararon sobre los parachoques de los coches cercanos para echar un vistazo. Cord se había apresurado a construir los 100 coches necesarios para calificar para el salón, pero no tenían la transmisión lista. Sin embargo, Cord recibió muchos pedidos allí, prometiendo la entrega en Navidad. Sin embargo, la producción esperada de 1.000 coches al mes no se materializó, ya que la transmisión semiautomática resultó más problemática de lo esperado. Los primeros coches de producción no estuvieron listos para ser entregados hasta febrero y no llegaron a la ciudad de Nueva York hasta abril de 1936. En total, Cord logró vender solo 1.174 del nuevo 810 en su primer año modelo, como resultado de los problemas mencionados.
En 1936 había cuatro versiones: el sedán de nivel de entrada a US$1995, el sedán Beverly a U$S2095, el Sportsman a U$S2145 y el Phaeton a U$S2195. En 1937 se le sumaban dos modelos con una distancia entre ejes mayor: el Custom Beverly de U$S2960 y el Custom Berline de U$S3060 llamado Westchester. Una nueva versión con un sobrealimentador Schwitzer-Cummins se hizo disponible en 1936 denominado 810S y los de 1937 denominados 812S. Los modelos sobrealimentados se distinguían de los modelos de aspiración normal por los tubos de escape externos cromados brillantes montados a cada lado del capó y la parrilla. Con la sobrealimentación, la potencia se elevó a 170 caballos.
Los primeros problemas de fiabilidad, como el deslizamiento de las marchas y disminuyeron el entusiasmo inicial. Aunque la mayoría de los nuevos propietarios adoraban sus elegantes y rápidos coches, la red de distribuidores se redujo rápidamente. Los modelos 810 de 1936 que no se vendieron y los que estaban en proceso de fabricación se volvieron a numerar y se vendieron como modelos 812 de 1937. La producción total de 810/812 fue de 2972 coches, incluidos 205 cabriolets convertibles, antes de que la producción terminara en 1937, meses antes de la quiebra de Cord Ltda.
En 1937 Ab Jenkins estableció fue a Bonneville con un Cord sobrealimentado: “Los días 16 y 17 de septiembre, el Cord estableció un nuevo récord de velocidad de 177,66 millas por hora en la milla lanzada. La carrera se llevó a cabo en un recorrido circular de un radio de diez millas, por lo que las carreras de ida y vuelta no fueron necesarias. Las carreras imponen presiones extraordinarias a los vehículos diseñados como turismos. Pero aquellos que cuestionan la confiabilidad del Cord tengan en cuenta que en Bonneville, el Cord de Jenkins cubrió casi 2500 millas en 24 horas a una velocidad promedio de más de 101 mph, incluidas las paradas para neumáticos y gasolina”.
Sé de una persona que tiene un Cord de estos, y me atrevería a asegurar que hablamos exactamente del mismo vehículo.
ResponderEliminarIndudablemente, debió significar un salto adelante con respecto a los otros autos, como lo fue años después el DS, que de un día para otro transformó en viejos a todos los otros autos.
La duda que me queda, es respecto a la confiabilidad de la transmisión delantera del Cord. Hablando mal y pronto, el Cord tenía una tracción similar a la del 2CV (con el perdón de la palabra), es decir un diferencial y dos semiejes articulados con una o dos rótulas de cada lado. En el 2CV, estas rótulas se rompían con alarmante periodicidad, indefectiblemente había que cambiarlas cada 4000 ó 5000 km, no recuerdo exactamente, pero sí recuerdo el ruido que hacían al volantear cuando ya estanban por romperse.
Me pregunto por la durabilidad de las rótulas del Cord.