Filippo
Perini nació en 1965 en Piacenza, Italia, en una familia humilde donde la
pasión por los coches siempre ha estado presente a través de su padre. Durante
su juventud, el pequeño Perini se interesó por los automóviles cuando les pedía
a sus padres que le compraran miniaturas de automóviles icónicos. Desde los 4
años de edad comenzó a realizar modificaciones a las maquetas ya que nunca
estaba satisfecho con el diseño.
Pero
realmente el momento en que el joven Perini decidió acercarse al mundo del
automóvil fue en la pequeña ciudad de Bobbio cercana a su localidad, cuando
solían pasar las carreras con los automóviles de las marcas más importantes del
territorio italiano como Ferrari y Maserati, entre otras muchas europeas. En
ese momento, el joven Perini comenzó a realizar bocetos y dibujos de vehículos
mientras se imaginaba en un futuro como creador de los mismos.

Impulsado
por el deseo de introducirse en la industria automotriz, Perini se mudó a Milán
donde se graduó por petición de su madre en la carrera de ingeniería mecánica
con una maestría en arquitectura y diseño automotriz en el Politécnico de Milán
en 1994. Justo en ese mismo año comenzó su carrera profesional, primero como
diseñador adjunto becado por la universidad para el proyecto final en el
departamento de diseño de Alfa Romeo y más adelante como director. Durante los
primeros dos años, compaginó el diseño con el trabajo en otras empresas en
horario de tarde, lo que le permitió ampliar sus horizontes y abrirse a nuevas
propuestas.

Se
involucró en el diseño y desarrollo de modelos históricos como el 196, GTV,
156, 147, Sportiva, 159, Kamal, Spider, 8C Competizione y el prototipo Nuvola.
Durante su estancia en el departamento de diseño trabajó acompañado de
diseñadores de prestigio como Wolfgang Egger, Giorgetto Giugiaro y Walter de
Silva, quien este último resultó ser un gran amigo y compañero a lo largo de su
vida. En 2003 es fichado por la marca alemana Audi, por donde pasó un breve
periodo de tiempo de un año participando en diseños como el modelo A5 hasta que
finalmente fue nombrado Director de Diseño de Lamborghini tras la adquisición
por parte del fabricante alemán y su introducción en el Grupo Volkswagen.
Perini fue partícipe de propuestas realizadas para marcas como Audi con el
modelo A8, varios modelos para Seat y el modelo Polo para Volkswagen.

Después de
su nombramiento por parte de Walter de Silva, Perini participó en el diseño de
modelos icónicos como el Gallardo Superleggera y el reestilizado del modelo
Murciélago que fue tan exitoso que tuvieron que mejorar el diseño del futuro
modelo: el Aventador. El proyecto que pasó a ser el modelo más representativo
de su carrera como diseñador, ya que tenía que sobresalir frente a las demás
marcas de la competencia con un modelo aún mejor que el pasado Murciélago.

Perini
pensó que la única manera de sobresalir al resto era divirtiéndose, y eso
hicieron, con un equipo de diseño formado por apenas cuatro personas prepararon
el diseño para la presentación del nuevo modelo estrella, pero decidieron
modificarla justo antes de su presentación. En tan solo dos semanas y media,
Perini y su equipo pudieron tener lista una propuesta completamente diferente,
que tras la aprobación del jefe de equipo Walter de Silva, el modelo Aventador
se convirtió en el superventas de la marca, además de icono automotriz.

Dos años después, en
2006, asume el puesto más alto de la sede de Sant Agata Bolognese, lo que le
brindó una década más de permanencia en una de las marcas más selectas de la
élite mundial. Más adelante, Filippo Perini encabezó la realización de
proyectos automotrices como los modelos limitados Reventón, Sesto Elemento,
Aventador J, Veneno y Centenario, los prototipos y conceptos como el Asterion y
el Estoque a la par del nuevo superdeportivo Huracán y el primer modelo SUV
Urus. A finales del año 2015, Perini abandonó Lamborghini cediendo su cargo a
su sustituto, Mitja Borkert, quien tomó el relevo del departamento de diseño.

Mitja nació en 1974, en
Alemania del Este. Cuando aún no era más que un niño, el joven Mitja Borkert ya
soñaba con atravesar el Telón de Acero para poder trabajar en Porsche. En la Alemania
comunista, era prácticamente imposible observar un vehículo de diseño moderno y
estaba prohibido ver la televisión occidental, por las calles sólo circulaba el
clásico Trabant 601 y marcas similares como Melkus, AWZ, Wartburg o Barkas. El
pequeño Borkert solamente podía coleccionar imágenes de revistas húngaras que
le conseguía su hermano para visualizar los coches que soñaba con poder
conducir de mayor.

Tras los 17 años de
experiencia en Porsche, dejó la casa alemana y en abril de 2016 se introdujo en
el centro de diseño de Lamborghini, el Centro Stile, anunciándose en el Salón
del Automóvil de Ginebra de ese mismo año. Reemplazando a Filippo Perini, quien
pasó al frente del estudio italiano Italdesign. Borkert, entusiasmado y con una
gran responsabilidad a su cargo, encabezó el departamento de diseño de la marca
italiana, informando de todo progreso al Director Técnico y Responsable de
Desarrollo, Maurizio Reggiani.
El paso de Porsche a
Lamborghini supuso un auténtico desafío profesional para Borkert, teniendo en
cuenta las grandes diferencias en los enfoques de diseño de ambas compañías.
Una vez instalado en la factoría de Sant Agata Bolognese, se convirtió en el
máximo responsable en dar forma a los futuros vehículos de la mítica firma
italiana de superdeportivos. Borkert, encantado con su nueva aventura en
Italia, plasmaba sus ideas en bocetos por medio de las tendencias de la
industria aeroespacial, utilizando los aviones de combate como punto de
influencia para los productos de la marca. “Para mí, fue un sueño hecho
realidad, además siempre he sido un gran admirador del legado de Lamborghini.
Incluso cuando estaba en Porsche, seguía muy de cerca lo que hacían Walter de
Silva, Luc Donckerwolke y Filippo Perini en Sant Agata”, comentaba Borkert en
sus inicios de la marca italiana.

El alemán considera
que un superdeportivo rápido tiene que ser aerodinámico, además de tener una
forma funcional. Según él, es fundamental el trabajo conjunto entre diseñadores
e ingenieros, y de esa colaboración surgió el famoso sistema ALA (Aerodinámica
Lamborghini Attiva), que gestiona la aerodinámica activa del vehículo,
adaptándose al estilo de conducción del piloto y a las condiciones de la
carretera. “En Lamborghini siempre hay una relación muy estrecha entre el
equipo técnico y el de diseño. Lamborghini es diseño, pero también son máximas
prestaciones, por lo que estamos condenados a entendernos. La principal razón
para comprar un Lamborghini es el diseño, pero después de ese diseño esperas
que debajo haya una obra maestra de la ingeniería”, explicaba el diseñador.

En la firma del toro
italiano, Borkert formó parte de la creación de modelos únicos como el Huracán,
Huracán EVO, Huracán STO, Urus, Countach II, Aventador S y versiones especiales
como el Huracán Performante y Sian. El Lamborghini Huracán Performante es una
variante del Lamborghini Huracán, que fue observado en octubre de 2016, en la
pista de Nürburgring. El coche más tarde se mostraría en su forma de producción
completa en el 2017, en el Salón del Automóvil de Ginebra.
El Huracán Performante
tuvo un cambio externo en el diseño de la carrocería. Los cambios más grandes
vienen de los paragolpes delanteros y traseros. La fibra de carbono se utiliza
para las “Split” de los paragolpes, y el nuevo spoiler trasero. La posición de los
caños de escape ha sido cambiada, un poco por encima del difusor trasero. El
interior también ha cambiado con un nuevo diseño de asiento y un nuevo
velocímetro digital, similar al del velocímetro del Lamborghini Aventador SV.

El V10 de 5.2 litros
del Performante ahora sacaba 631 hp a 8000 rpm. El peso también fue disminuido
gracias al block de aluminio forjado y fibra de carbono. También hay piezas de
fibra de carbono utilizadas en el nuevo spoiler trasero, el delantero y difusor
trasero, y todos estos elementos tienen partes aerodinámicos individuales
activas, para ayudar al coche durante las altas velocidades. El vehículo es capaz
de hacer 0–100 km/h en 2.9 segundos, los 100–200 km/h en 6 segundos y una
velocidad máxima limitada alrededor de 325 km/h, y teóricos 350 km/h.
El lambo fue
endurecido en su suspensión un 10% más, con nuevos resortes y amortiguadores de
tecnología “magnetoreológica”
(amortiguadores llenos de un fluido cuya
viscosidad está controlada por un campo magnético, generalmente mediante un
electroimán). Esto brinda al conductor una experiencia sumamente deportiva. La dinámica
del Lamborghini ha sido nuevamente elaborada con un nuevo sistema ALA
(Aerodinamica Lamborghini Attiva), que presenta un sistema hidráulico más
liviano y proporciona un 75% más de downforce que el Huracán standard.
En octubre de 2016, el
Performante estableció un tiempo de vuelta de 6:52’01” en el circuito de
Nürburgring con Marco Mapelli al volante, lo que lo convirtió en su momento en el
auto de producción más rápido del mundo. Lamborghini reveló que este tiempo se
puedo establecer gracias a su nueva suspensión y al sistema aerodinámico que es
capaz de ajustar el spoiler delantero y el trasero en aproximadamente 500
milisegundos, para favorecer la circulación de aire de forma óptima para lograr
su velocidad máxima.
El nombre del Huracán
está inspirado en un toro de lidia español, similar a varios otros nombres de
modelos de Lamborghini en relación con el tema de la tauromaquia, el cual era
un animal conocido por su coraje y bravura criado en la ganadería del Conde de
Patilla de Benavente (Zamora). Se lidió en la Plaza de toros de Alicante el 3
de agosto de 1879.
El modelo verde es de
Bburago, el de tono naranja es de Ixo para la colección “Supercars”