En la última versión de la Autoclásica, celebrada como todos los años en los jardines del Hipódromo de San Isidro, llamaba la atención un monstruo del legendario Grupo B de rally: un impecable Audi Quattro S1E2.
La bestia se batía contra otras fieras mecánicas, en distintos campos de batalla, donde su motor de 5 cilindros y 2.1 litros llegó a desarrollar unos 590 HP.
Esta versión del gigante alemán fue domada por guerreros de la talla como Hannu Mikkola, Stig Blomqvist y Walter Röhrl que lo llevó a la victoria en Italia 1985 y ya se vio en este blog.
Lo realmente importante, es que la bestia vista en la famosa exposición hace unos meses, es una impecable réplica construida en la provincia de Córdoba por HFI Performance. Para tal tarea efectuaron un minucioso estudio y trabajo a conciencia, con piezas originales y con la fabricación de aquellas ya inexistentes en el viejo continente. Y tal labor, les valió un reconocimiento de parte de los organizadores de la muestra anual.
En You Tube, puede encontrar el canal oficial de la empresa, con varios videos del proceso de fabricación.
Creo recordar que este auto era un Audi Quattro al cual se le serruchaba un tramo en el medio para que quede cortito, y por eso se veía tan cortito y rechoncho. Lo que no tenía de lindo, lo tenía de brutal.
ResponderEliminarEl modelo de Autoclásica le hacía justicia.
A mi me llama la atención que hayan elegido un modelo tan difícil de clonar para llevarlo a la práctica. De hecho, alguna piezas las pudieron replicar con planos, pero otras solo a partir de fotos.
EliminarEs como tratar de hacer una copia de un F1...
Pero tal vez eso sea lo interesante. buscar la información y lograr la pieza. Creo que disfrutaron más del armado que del coche en si. Como un coleccionista buscando una pieza por años para su repisa.
es común, a mi también me pasa: disfruto más la previa que cuando ya lo tengo después.
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