“Todo tiempo pasado, fue
mejor” ¿Cuántas veces hemos escuchado esa frase? ¿Y cuántas veces la hemos
repetido? Infinidad de veces. Y si hablamos de autos, todos nos ponemos de
acuerdo, diciendo que antes los autos eran más lindos, más grandes, con más personalidad.
“Todo tiempo pasado fue mejor”. Ahora bien, ¿Ustedes saben lo que es vivir hace
10 días sin internet? Es convertir la computadora en un cuadro. Uno ni la
enciende. ¿Para qué lo va a hacer, si es lo mismo que no tener computadora? Es
llegar todos los días y ver las luces del moden esperando el milagro de verlo
encendido en su esplendor, como si se tratase de la pantalla que monitorea el
corazón. Y uno lo enchufa y desenchufa todos los días buscando el milagro de
Santa Conectividad. Y nada. Nada de nada. Y en el teléfono de nuestro atento
servidor de internet, que obviamente uno no encuentra con facilidad, porque
todo lo busca en la net, nos dice que en cuatro días hábiles se normaliza.
Claro que eso me lo dicen cada cuatro días hábiles.... “Todo tiempo pasado fue
mejor” La verdad es que tengo mis dudas, porque no recuerdo que hacía cuando no
tenía internet. De lo que si estoy seguro, es que cuando veo un auto antiguo,
si pienso eso. Como por ejemplo si hablamos del Alfa Romeo 158 de 1950. A conectarse.
1950 marca el inicio del
Campeonato Mundial de Fórmula Uno. Luego de varios años con cambiantes
campeonatos europeos y mundiales, se decide hacer un único campeonato. Las
expectativas eran enormes en la primera competencia en el circuito británico de
Silverstone. 120.000 almas no quisieron perderse el inicio de la historia.
Hasta el Rey Jorge VI, tuvo su lugar luego de saludar a los corredores. Las
favoritas eran las Alfas con Farina, Fangio, Fagioli y Parnell. Más atrás se
ubicaban Talbot, Maserati y ERA. Para el desconsuelo local no se presentaba BRM
y tampoco lo hacía Ferrari.
La carrera fue un
monologo de las máquinas del trébol. Fangio debió abandonar pero el podio fue
ocupado por Farina, Fagioli y Parnell. Cuarto llegó Giraud-Cabantous con el
Talbot y el último punto se lo llevo su compañero de equipo Rosier. El sexto
lugar fue para Bob Gerard y su ERA de ruedas traseras duales. El primer auto de
seis ruedas de la máxima categoría. Sería bueno ver alguna foto del auto, que
con gusto buscaría si tuviese internet....
La segunda etapa fue
Mónaco, el primer callejero de la historia. En las pruebas previas, el
argentino Alfredo Pián, se quiebra una pierna al accidentarse con su Maserati.
(¿Habrá sido el primer lesionado de la Fórmula 1?). La carrera se define prácticamente
en la primera vuelta, cuando 9 automóviles protagonizan una gran carambola.
Quedaron atrapados Farina, Manzon, Rosier, Fagioli, De Graffenried, Rol,
Harrison, Trintignant y Schell que manejaba un Cooper con motor trasero de
Fórmula tres. Froilan Gonzalez logra salvar el escollo con su Alfa, pero una
vuelta después debe abandonar por un incendio que lo mandó al hospital, junto a
Pián. Fangio también logra superar el embotellamiento, empujando desde su
habitáculo a uno de los protagonistas, y se dirigió a su primer triunfo
mundialista seguido por la reaparecida Ferrari de Ascari y el francés Chiron.
La tercera prueba
mundialista, fue la única fuera de Europa. Se trataba de las 500 millas de
Indianápolis, a donde no concurría ninguna de las escuderías europeas, que no
estaban acostumbradas a girar en un óvalo. La victoria fue para Parsons en su
Kurtis Offenhauser cuando la lluvia lo sorprendió con solo 345 millas y se
detuvo la competencia. Suiza era el siguiente destino, donde Ferrari presentaba
a las nuevas 275. Pero las fallas mecánicas dejaron de lado a las máquinas de
Maranello y Farina con la Alfa logra su segunda victoria del año. Lo escoltaron
Su compañero Fagioli y Rosier que le daba el primer podio a Talbot.
El callejero de Spa en
Bélgica esperaba por la quinta carrera del año. Las largas rectas provocaron
distintas estrategías debido al alto consumo de combustible y caucho. Alfa
oprtó por parar a recargar y esto posibilitó una victoria más. En este caso a
manos de Fangio, mientras que los restantes lugares del podio se repetían con
Fagioli y Rosier. Farina ocupó el cuarto lugar mientras que las Ferraris
ocupaban un discreto quinto y sexto puesto, a más de una vuelta del puntero.
Francia se convertía en
la penultima fecha del año. Don Enzo con la esperanza de mejorar sus coches con
vistas a la última competencia, decide no presentar su equipo. La única Ferrari
presente fue la 125 de Whitehead. Alfa Romeo al tener asegurado el campeonato,
les dio total libertad a sus pilotos Fangio vuelve a llevarse la victoria que
lo ubica en la punta del certamen. Segundo su compañero de equipo Fagioli y
tercero Whitehead con la modesta Ferrari aguantando los embates de Manzón y su
Simca.
La última competencia se
corrió en Italia, en el circuito de Monza. Ahí, la casa del Cavalino Rampante
presentaba su 375, aunque Alfa seguía siendo la favorita. Farina picó en punta,
seguido por Ascari y Fangio, quien con el tercer puesto se aseguraba el
campeonato. Pero en la vuelta 23, el argentino rompe el motor, toma el auto de
Taruffi y logra llegar al segundo lugar, detrás de un imperturbable Farina, pero
otra vez la suerte no está de su lado y una válvula lo deja definitivamente a
pie. El italiano se quedó con la victoria, seguido por Ascari, Fagioli y
Rosier. En definitiva la primera corona se definió para Farina, el
subcampeonato para Fangio y el tercer lugar para Fagioli, demostrando el
poderío de las Alfa Romeo.
Tal vez lo más
importante, no sean solamente las máquinas o los nombres, sino que se dio el
primer paso de un campeonato que llega hasta nuestros días, despertando adeptos
y detractores, pero de que ninguna manera pasa desapercibido.
Les dejo un video y las
fotos de la réplica perteneciente al número 33 de la colección “100 años de
Sport Automóvil”, editorial Altaya, edición Argentina.
Saludos y hasta la
próxima semana (O hasta que internet quiera....)