¿Nunca les sucede que una
marca deportiva los lleva a un campeonato, carrera, o piloto aunque jamás la
vieron en acción en ese lugar? Si decimos un Ferrari pensamos en la Fórmula
Uno, pero si el que se nos viene a la mente es el Cosworth, aparte de pensar en
la máxima categoría, podemos ser más específicos y pensar en las décadas del 70
y 80. A una Cisitalia, la vamos a imaginar recorriendo las Mille Miglias a
través de los pueblos italianos en los años postreros a la segunda guerra. El
Audi Quattro nos lleva a pensar en los terribles saltos de Walter Röhrl en los
Mil Lagos en los mediados de la década del ochenta. Decir Lotus es soñar con el
escocés volador Jim Clark, durante los años 60. Claro que esa asimilación es en
base a los triunfos que llegan en forma de hazañas hasta nuestros días.
Permítanme entonces, mostrarles el sinónimo de Le Mans de los años 50, el
Jaguar Tipo C de 1951.
Las 24 horas de La
Sarthe, eran esquivas para los equipos ingleses desde la primera edición de
1923. Más allá de actuaciones destacadas, nunca habían podido grabar su nombre
en tan preciado trofeo. Jaguar, pensó que una buena actuación en dicha
competencia, le daría una posición de privilegio en su país y un prestigio más
allá de las islas. Para tal tarea, se basó en el Jaguar XK120, un roadster que
se fabricaba desde 1948 y que en su momento, era el auto de producción más
rápido de la época, con el cual se podía obtener una velocidad máxima de 190
km/h y que había participado en la prueba francesa de 1950 obteniendo el
duodécimo puesto como mejor lugar final.
Para la competencia de 1951,
el XK120 iba a sufrir algunas reformas. Se mantenía el motor de 6 cilindros en
línea de 3.4 litros de doble árbol de levas, pero la potencia se incrementaba
de 150 a 205 CV, gracias a los dos carburadores SU, lo que le permitía llegar a
los 230 km/h. La carrocería seguía siendo de aluminio, y se repasaba el chasis
tubular. De este modelo se fabricaron 52 y se los denominó XK120C, donde la C
significaba “Competición”. Pero prontamente, el público lo bautizó simplemente
Tipo C.
Con la intención de
hacerse de la victoria, Jaguar alistó cuatro unidades del Tipo C: el número 20
con Peter Walker y Peter Whitehead al volante, el número 21 con la dupla Robert
Lawrie e Ivan Waller, el número 22 cuya conducción estaba alternada por Stirling Moss y Jack Fairman y el 23 del ganador de las Mille Miglia
Biondetti, acompañado por Johnson. La
fuerza opositora la presentaba Talbot, que había ganado el año anterior y
deseaba repetir la victoria con el T26 GS, que alistaba a las parejas de Fangio
– Rosier; Gonzalez – Marimón y Meyrat – Mairesse. Ferrari por su parte, que ya se sabía ganadora en 1949, presentaba las
340 América de: Chinetti – Lucas; Spear – Claes y la de Dreyfus – Chiron. También
se eran de la partida pero con menos chances, un Nash Healey Sport Coupe, un Bentley Corniche, un
Cunningham C2-R, varios Talbot y Jaguars particulares, un Delettrez Diesel y los Aston Martin DB2, que
aunque eran de una clase menor, podían dar la sorpresa.
El sábado 24 de junio a
las 16 horas, como dicta la tradición, se puso en marcha la décimo novena
edición de las 24 horas de Le Mans, con una lluvia que acompañó toda la prueba.
La idea de la fábrica de Coventry, era que uno de los autos iba a hacer de
liebre, para marcar un ritmo difícil de seguir. El encargado de hacerlo era el
número 22 de Moss – Fairman, sin embargo en la primera vuelta, pasa liderando
el Talbot de Gonzalez. A poco de iniciado, Larivierte con su Ferrari, salen de
la pista y pasan por debajo de un alambre, que prácticamente decapita al piloto
en el instante. Los primeros en abandonar en la clase mayor fueron el Delettrez
Diesel en la vuelta 24, la Ferrari de Chiron – Dreyfus en el giro 29 es
desclasificada por reabastecerse fuera de los boxes y abandona con el radiador
roto, el Talbot de Chaboud – Vincent en la ronda 33. Cerca de las 21 horas, se
prende la luz de alerta en el box de la casa inglesa, cuando el Jaguar número
23 de Biondetti – Johnson debe dejar la prueba por la rotura de la bomba de
aceite.
A medida que pasaban las
horas, la extenuante prueba se iba cobrando más víctimas. Pasada la medianoche
y en el mismo giro, se produce el abandono del Jaguar de Moss – Fairmann por
rotura de motor y del Talbot de Fangio – Rosier, cuando marchaban en segundo
lugar, con el deposito de aceite agujereado. Cerca del amanecer, deben dejar la
competencia las Ferrari de Hall – Navone debido al arranque y la de Spear – Claes.
En el medio de ellas, el Talbot de los argentinos Gonzalez – Marimón, corre la
misma suerte cuando se le fisura la junta de tapa de cilindros..
Ya con la meta en el
horizonte, las posiciones eran: primero el Jaguar de Walker – Whitehead,
segundo el Talbot de Meyrat – Mairesse,
tercero se ubicaba el Aston Martin de Macklin – Thompson y cuarto el Talbot de
Levegh – Marchand. Como la diferencia del primero al segundo era de más de
cuarenta minutos, el jefe de equipo Frank “Lofty” England, mostraba el cartel
de “Lento”. Sin embargo, en los boxes también se encontraba el director y
fundador de Jaguar, Sir William Lyons, quien ordenaba mostrar el cartel “Más
rápido”. Lofty, mostraba dicho cartel, pero tratando que el puntero no lo vea.
Entonces, Lyons al ver que la marcha seguía lenta, ordenó que el cartel se
ubique en otra posición. Por supuesto, cada vez que el dueño de Jaguar no veía,
volvían a cambiar el cartel y ponían el de “Lento”.
Las posiciones se
mantenían y se debía efectuar el último cambio de pilotos. El confundido Walker
debía dejar la conducción para que su compañero terminara la prueba. Para no
correr riesgos con los carteles, Lofty le dió un reloj a Whitehead y le pidió
que se abstenga de mantener un tiempo cronometrado, sin importar los carteles. En
las vueltas finales, Lyons incita con “Más rápido”, pero al ver que el piloto
mantiene su ritmo, desiste de tal orden diciendo, “Las señales parecen no dar
resultado, England!!!” Y es así como Jaguar, rompe el maleficio, y se convierte
en la primera marca inglesa en ganar las míticas 24 horas francesas.
Para que disfruten, les
dejo un video, y las fotos de la réplica correspondiente al fascículo cuatro de
“100 años de Sport Automóvil”, editorial Altaya, edición Argentina.
Aprovecho para desearles
a todos, una muy Feliz Navidad y que la pasen junto a los suyos. Saludos!!!!!!