Como mal
coleccionista que soy, me he dado cuenta que de autos asiáticos, o para quedar
más en evidencia, de autos japoneses, tengo varios vestidos para el rally, pero
muy pocos de civil. Digo pocos por no decir, tengo menos que poco. No se porque
se han dado las cosas, supongo que por falta de oportunidad o tal vez es, que
al ser una industria joven, en comparación con la europea o americana, no me
atraen tanto los modelos que no tienen más de 40 años. Pero por suerte siempre
hay una excepción, y en mi colección es el Honda NSX de 1990. Vean el porque.

No me había
dado cuenta de mi abstinencia, hasta que me tope con varios autos de la Car Collection de Del Prado. En
ella, tuvieron el gran acierto de incluir varios modelos, no como me sucede con Altaya que siempre nos trae modelos mayormente europeos, en todas las colecciones y siempre
quedan afuera los modelos de oriente. Si sale la colección “Nuestros queridos
coches de los 80”,
ya sea colección española o francesa, los autos japoneses quedan afuera, salvo
alguna mínima excepción.

¿Habrá una
Altaya japonesa? ¿Se imaginan a “Nuestlos quelidos coches de los ochenta?
Dejando de lado el chiste fácil, la verdad es que me gustaría tener una
colección así. O de alguna marca, como las que salieron de Citroën, Opel,
Simca, Ferrari, etc en Europa. No se ustedes, pero me gustaría ver la colección
de Honda, Toyota, Mitsubishi o Subaru. Porque tampoco se mucho de esta
industria. Por estas tierras, es difícil conseguir bibliografía en español de
la fabricación japonesa, así que seguramente de existir algo así, descubriría
un mundo desconocido.

Por suerte,
del NSX hay material, y les cuento porque. Honda había empezado con los
automóviles en la década del 60, con modelos pequeños, por lo que no era tenida
en cuenta como una gran industria, al igual que otras compañías asiáticas. Pero
la diferencia es que esta casa japonesa incursionó prontamente en la Fórmula Uno, obteniendo dos
victorias, que aunque no lo posicionar como referente automovilístico,
sirvieron para que el mundo sepa de la existencia de la marca.
Luego de
esa experiencia, la casa nipona en la década del ochenta, vuelve como
proveedora de motores y ahí el mundo cae rendido a sus pies. Hasta su retiro,
obtienen 6 campeonatos de constructores y cinco de pilotos. Aprovechando estos
palmares, deciden lanzar un deportivo, para terminar de conquistar los
distintos mercados. El modelo comenzó a ser proyectado en 1984 y se lanzó en
1990, en pleno apogeo de Honda en la categoría máxima del automovilismo.
Se trataba
de una coupé para dos personas con un motor V6 en posición central. Todos
esperaban que herede el V10 de la F1,
pero se optó por un motor más pequeño, para diferenciarse de una Ferrari.
Entonces se tuvo que trabajar en el peso del vehículo. Por eso parte de la
suspensión, del chasis y de la carrocería eran de aluminio, siendo solo más
pesado que el Lotus Esprit de la época. La otra gran sorpresa estaba dada por
la propia planta motriz
El V6 tenía
la tecnología V-TEC, que muchas fabricas copiaron años después. Cada cilindro
tenía cuatro válvulas, pero solo se abría una durante la admisión. Si el
conductor necesitaba de mayor potencia, se abría la segunda válvula, mientras
que cambiaba el ritmo del árbol de levas. La ventaja, es que a bajas vueltas,
el auto era muy manejable, ya que tranquilamente se podían domar los 274 CV,
sin que el auto salga disparado hacía cualquier lado, menos hacia donde quería
el conductor…
A pesar de
todo lo que ofrecía, el New Sportscar eXperimental, tuvo suerte diversa en los
mercados. En aquellos años, en Europa, se lo tildaba de una copia de Maranello,
algo tosca, insulsa y ostentosa. Pero en Estados Unidos, donde se
comercializaba bajo el nombre de Acura, fue apreciado por sus prestaciones, por
su delicado comportamiento y por su estética. Hoy, con casi 30 años a cuestas,
se lo considera como el primer clásico japonés.
Por eso, es
que me gusta este modelo, por todo lo que significa para la industria japonesa.
Les dejo un video con el mejor piloto de F1 de los últimos tiempos y las fotos de la réplica correspondiente a la entrega número
20 de la colección Car Collection, de editorial Del Prado, edición española.
Saludos para todos, antes y después.