sábado, 7 de diciembre de 2013

Ferrari 166 MM (1949)

La historia la escriben los vencedores, así dice el dicho popular. Y algo de cierto debe haber, puesto que la historia del “Cavallino Rampante” es una de las más extensas, a pesar de ser una marca joven, en comparación con otras ilustres empresas. Hay libros, películas, documentales, y todo tipo de información sobre la marca, que el paso del tiempo, hace que cada momento incremente su leyenda. Para el caso, les muestro la Ferrari 166 MM de 1949.

Al modelo 195 que ya vimos, le siguió en 1948, una evolución llamada 166 S que tenía dos particularidades. Una, era su motor de 12 cilindros que llegaba a los 2 litros de capacidad, siendo hasta ese momento el más grande de los modelos hechos. La segunda novedad venía por el hecho, de ser el primer Ferrari, que se podía comprar. Hasta su lanzamiento, los modelos que habían salido de la casa de Maranello eran de competición para la propia Scuderia, pero los éxitos no alcanzaban a costear la construcción de los autos, por lo tanto se decidió comercializarlos.

El primer 166 SC fue un Spyder Corsa, de ahí sus iniciales, destinado a las carreras e hizo su debut en el Giro de Italia de 1948.La segunda unidad, fue vendida a los hermanos Soave, quienes inscribieron su nombre, como los primeros propietarios de una Ferrari en la historia. Las cuatro unidades construidas durante el primer año, podían correr tanto en configuración fórmula como turismo o transformarse definitivamente en un turismo deportivo.

Biondetti ese mismo año, consiguió la victoria en las míticas Mille Miglia, por lo que Don Enzo decidió presentar este modelo en el Salón de Turín como 166 MM, en homenaje a la victoria conseguida. Presentaba una carrocería del tipo coupé, fabricada por el carrocero Touring de Milán. También había una versión 166 I, por Inter, con una menor potencia y una distancia más larga entre ejes.

La carrocería que se comercializaba la realizaba el carrocero Touring, pero como de Ferrari, salían solo el chasis y el motor, hubo clientes que optaban por otro carrocero, por lo que pudo haber tantos modelos distintos, como unidades fabricadas. Como cada unidad seguía siendo un automóvil que se podía utilizar en cualquier competencia, la diferencia con los construidos exclusivamente para las carreras, era que tenía algún detalle mínimo en el interior.

La edición de Le Mans de 1949 tuvo un sabor especial. Era la primera versión de post guerra, después de 10 años, y el Automóvil Club organizador tenía una gran responsabilidad, ya que debía demostrar que de a poco todo volvía a su cauce, en una Europa devastada por la guerra. Por ello, para alentar a la competencia optaron por admitir, no solo los autos denominados comúnmente como deportivos, sino que por primera vez se permitió la inscripción a los prototipos.

Había varias clases. La más pequeña era hasta 750 cc y había solo un par de Aeros y un Simca. Luego seguía hasta 1100 cc, donde los Simcas eran mayorías frente a algún desolado Fiat o Renault de la pre guerra. La tercera categoría, la de motores hasta 1500 cc, tenía entre sus postulantes a los ingleses HRG, MG, Riley y a un solitarios Citroën. La categoría siguiente era la correspondiente a motores hasta 2 litros, donde acompañaban a las dos solitarias Ferraris, un Frazer Nash, un Alvis y una Jauría de Aston Martin dispuestos a llevarse la victoria.

También había dos clases más. Una destinada a motores hasta 3 litros, donde se destacaban los Delage, entre un Lagonda y un Healey. La categoría más grande era para los automóviles con motores hasta 5000 cc. Ahí los favoritos eran los Delahaye entre los Talbot y el solitario Bentley Corniche de 1939, un automóvil que poco parecía tener que ver con la competencia.

La Ferrari que estamos viendo, fue la ganadora en manos del Italiano Chinetti y del Barón inglés Selsdon, que solo condujo una hora, dejando las restantes 23 en manos del italiano. Está claro, quien era el piloto, y quien ponía la plata en el equipo. Segundo salió el local Louveau junto al español Jover a bordo del Delage D6S-3L. El podio lo completó el Frazer Nash de los ingleses Aldington y Culpan.

La miniatura es de ArtModel y en el video pueden ver brevemente como eran las competencias de antaño.

Saludos, me voy a vivir mi vida.

Un clásico devorando litros....

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