
Las 24 horas de La
Sarthe, eran esquivas para los equipos ingleses desde la primera edición de
1923. Más allá de actuaciones destacadas, nunca habían podido grabar su nombre
en tan preciado trofeo. Jaguar, pensó que una buena actuación en dicha
competencia, le daría una posición de privilegio en su país y un prestigio más
allá de las islas. Para tal tarea, se basó en el Jaguar XK120, un roadster que
se fabricaba desde 1948 y que en su momento, era el auto de producción más
rápido de la época, con el cual se podía obtener una velocidad máxima de 190
km/h y que había participado en la prueba francesa de 1950 obteniendo el
duodécimo puesto como mejor lugar final.
Para la competencia de 1951,
el XK120 iba a sufrir algunas reformas. Se mantenía el motor de 6 cilindros en
línea de 3.4 litros de doble árbol de levas, pero la potencia se incrementaba
de 150 a 205 CV, gracias a los dos carburadores SU, lo que le permitía llegar a
los 230 km/h. La carrocería seguía siendo de aluminio, y se repasaba el chasis
tubular. De este modelo se fabricaron 52 y se los denominó XK120C, donde la C
significaba “Competición”. Pero prontamente, el público lo bautizó simplemente
Tipo C.
Con la intención de
hacerse de la victoria, Jaguar alistó cuatro unidades del Tipo C: el número 20
con Peter Walker y Peter Whitehead al volante, el número 21 con la dupla Robert
Lawrie e Ivan Waller, el número 22 cuya conducción estaba alternada por Stirling Moss y Jack Fairman y el 23 del ganador de las Mille Miglia
Biondetti, acompañado por Johnson. La
fuerza opositora la presentaba Talbot, que había ganado el año anterior y
deseaba repetir la victoria con el T26 GS, que alistaba a las parejas de Fangio
– Rosier; Gonzalez – Marimón y Meyrat – Mairesse. Ferrari por su parte, que ya se sabía ganadora en 1949, presentaba las
340 América de: Chinetti – Lucas; Spear – Claes y la de Dreyfus – Chiron. También
se eran de la partida pero con menos chances, un Nash Healey Sport Coupe, un Bentley Corniche, un
Cunningham C2-R, varios Talbot y Jaguars particulares, un Delettrez Diesel y los Aston Martin DB2, que
aunque eran de una clase menor, podían dar la sorpresa.
Ya con la meta en el
horizonte, las posiciones eran: primero el Jaguar de Walker – Whitehead,
segundo el Talbot de Meyrat – Mairesse,
tercero se ubicaba el Aston Martin de Macklin – Thompson y cuarto el Talbot de
Levegh – Marchand. Como la diferencia del primero al segundo era de más de
cuarenta minutos, el jefe de equipo Frank “Lofty” England, mostraba el cartel
de “Lento”. Sin embargo, en los boxes también se encontraba el director y
fundador de Jaguar, Sir William Lyons, quien ordenaba mostrar el cartel “Más
rápido”. Lofty, mostraba dicho cartel, pero tratando que el puntero no lo vea.
Entonces, Lyons al ver que la marcha seguía lenta, ordenó que el cartel se
ubique en otra posición. Por supuesto, cada vez que el dueño de Jaguar no veía,
volvían a cambiar el cartel y ponían el de “Lento”.
Las posiciones se
mantenían y se debía efectuar el último cambio de pilotos. El confundido Walker
debía dejar la conducción para que su compañero terminara la prueba. Para no
correr riesgos con los carteles, Lofty le dió un reloj a Whitehead y le pidió
que se abstenga de mantener un tiempo cronometrado, sin importar los carteles. En
las vueltas finales, Lyons incita con “Más rápido”, pero al ver que el piloto
mantiene su ritmo, desiste de tal orden diciendo, “Las señales parecen no dar
resultado, England!!!” Y es así como Jaguar, rompe el maleficio, y se convierte
en la primera marca inglesa en ganar las míticas 24 horas francesas.
Para que disfruten, les
dejo un video, y las fotos de la réplica correspondiente al fascículo cuatro de
“100 años de Sport Automóvil”, editorial Altaya, edición Argentina.
Aprovecho para desearles
a todos, una muy Feliz Navidad y que la pasen junto a los suyos. Saludos!!!!!!