Hace unos 80 años, cuando Alemania ocupó Francia durante la Segunda Guerra Mundial, las fábricas de Renault pasan a estar bajo administración alemana. Su fundador, Louis Renault seguiría las órdenes alemanas, impuestas por las condiciones firmadas en el armisticio de 1940 y, al mismo tiempo, mantendría vínculos estrechos con el Régimen de Vichy.
Tras la
liberación de París, Louis fue acusado de colaborar con los nazis y es objeto
de denuncias y de campañas negativas en la prensa. El 23 de septiembre de 1944,
se presenta voluntariamente ante el requerimiento del juez, que le inculpa y lo
encarcela en Fresnes. Su mujer consigue que sea examinado y este constata un
traumatismo craneal y una aguda crisis urémica,
por lo que es trasladado
primero a un hospital psiquiátrico y el 9 de octubre a la clínica
Saint-Jean-de-Dieu de París donde fallece el 24 de ese mismo mes a la edad de
67 años.
Ninguna investigación oficial ha permitido conocer las condiciones en las que se realizó su detención y encarcelamiento, ni quiénes fueron los responsables de los evidentes malos tratos que sufrió en Fresnes, en una época, la de la depuración que a menudo fue violenta con los colaboradores (o sospechosos de haberlo sido) de los nazis.
El 1 de enero de 1945, una ordenanza del gobierno provisional pronuncia la disolución de la sociedad Renault y su nacionalización instituyendo al mismo tiempo «Régie Nationale des Usines Renault».
Lo que se tenía a mano para volver a la producción era el antiguo Juvaquatre de 1937, por lo que se hizo una importante inversión en herramientas y maquinaria para la producción masiva, teniendo en cuenta que se pueda utilizar para un nuevo modelo.Ese nuevo modelo fue el Renault 4CV. Un modelo de bajo costos que se presentó el 26 de septiembre de 1946. La rapidez de su lanzamiento hizo que las unidades presentadas tuvieran que ser pintadas con restos de pintura amarillo oscuro del África Korps, sobrantes del periodo de la ocupación alemana durante la Segunda Guerra Mundial. La producción comenzó a mediados de 1947.
Este pequeño automóvil superó el millón de unidades producidas hasta su finalización en 1961.Este modelo llamó la
atención de un joven de 24 años, propietario de un concesionario Renault en
Dieppe que usaba el pequeño modelo francés a diario. Jean Rédelé recorría a
principios de los años 50 unos 100.000 km anuales conduciendo su Renault 4CV.
En esos años no había mucho más que este automóvil en las carreteras, cuya
nobleza permitía ser utilizado en el tiempo libre en las pequeñas competencias
que volvían a surgir.
Él mismo declaraba,
que una sucesión de hechos lo “llevaba a dar distintos pasos” que lo ubicaron
en contacto con diseñadores y trabajadores del plástico en la carrocería. Así
es como su pobre Renault sufre modificaciones y pruebas a manos de por ejemplo
Chappe y Gessalin, para obtener mejoras en diseño para mejorar su performance.
En sus entrañas usaba la plataforma, mecánica, suspensiones, frenos, ruedas y
caja de cambios del Renault 4, pero en el exterior recibía donantes como por
ejemplo la luneta trasera del Frégate, como parabrisas delantero.
En el diseño final del modelo, estuvo el trabajo de Giovanni Michelotti, quien realizó tres coupés que fueron presentadas en distintos salones como el de Nueva York de 1954 con el nombre de The Marquis. Su fabricación se inició en enero y se vio por vez primera el 30 de abril de 1955 para correr las Mil Millas, donde se clasificó en segundo lugar en su categoría. Rédelé había escogido la denominación “Alpine”, porque “apreciaba las cualidades del Renault 4 en montaña, disfrutando mucho de las carreras en ese medio, en el cual valoraba especialmente su comportamiento”. En otras palabras, se trataba de nominar pequeños deportivos particularmente manejables en carreteras montañosas, haciendo una referencia a los Alpes. Y el nombre de A106 retenía las tres cifras del número 1062 que identificaba al Renault 4.
En 1958 sale a la luz el sucesor natural que fue el Alpine A108, que en un principio compartía la carrocería, pero en su interior llevaba los componentes mecánicos del Dauphine y en 1960, se presenta el cabriolet y una coupé 2+2 con un nuevo chasis formado por una viga, teniendo a cada extremidad una cuna para dar soporte al motor (detrás) y los órganos de dirección (delante). Sin embargo, la carrocería más reconocida fue la berlinette que se presentó como la versión cerrada del cabriolet, producida a partir del otoño de 1960, suplantando al cabriolet y preparando el terreno para un nuevo automóvil.
El Alpine A110 también conocido como simplemente Berlinette fue diseñado por Giovanni Michelotti, y presentado en 1961. Obviamente utilizaba muchas piezas de Renault ya que su mecánica provenía del Renault 8. El chasis seguía siendo de acero tubular con una liviana carrocería de fibra de vidrio, configuración inspirada Lotus Elan de Colin Chapman, fuente de inspiración para varios diseñadores de la época.
Originalmente estuvo disponible con motores 1.1 L R8 Major o R8 Gordini. El motor Gordini desarrollaba 95 CV y le permitió al A110 lograr varias victorias en rallyes de Francia a finales de los años 1960. Posteriormente, recibió el motor con bloque de aluminio del Renault 16, con dos carburadores de doble cuerpo Weber 45 que desarrollaba 125 CV lo que permitía al 1600S de producción llegar a la velocidad máxima de 210 km/h.
Esto le permitió ganar numerosas carreras, principalmente competencias de rally, que le posibilitaron en 1973, llevarse la primera Copa de Constructores instaurada ese mismo año, ganando 6 competencias sobre 10 presentaciones, de un total de 13 carreras que comprendía el Campeonato Mundial.
Mucha agua corrió bajo el puente de Alpine, hasta que en el Salón de Ginebra de 2017 se presentó el nuevo Alpine A110, un nuevo deportivo de dos puertas biplaza, con un diseño de motor central-trasero y tracción trasera. Era de un tamaño compacto con buenas prestaciones y mucha agilidad, gracias a una construcción ligera de aluminio con un peso de 1080 kg para la versión menos equipada.
No solo compartía el nombre de su predecesor, sino que su diseño remitía directamente a las formas del modelo original. Su motor de cuatro cilindros estaba montado transversalmente y tenía una capacidad de 1798 cm³, y una potencia máxima de 252 CV y le permitía acelerar de 0 a 100 km/h en 4.5 segundos y alcanzar una velocidad máxima limitada a 250 km/h. Gracias a su coeficiente aerodinámico de 0.32 Cx, más un fondo plano y un generoso difusor, podía prescindir de cualquier alerón trasero de dudosa estética.
El modelo de 1976 de UH, pertenece a la colección “Car Collection” y el modelo 2017 es de Bburago.
Me impacta la historia de Renault. Tema difícil la guerra, sobre todo si uno es el dueño de una empresa, tan expuesto, por un lado obligado a pronunciarse y por otro lado, teniendo tantas familias que dependen de uno, caso parecido al de Porsche.
ResponderEliminarMe sorprende el modelo de UH, totalmente desconocido para mi.
En cambio, el Bburago, tampoco lo conocía.
Y me asusta que haya tanta diferencia de tamaño, sobre todo, sabiendo que es muy posible que sea real, porque el Alpine era chiquito y los autos modernos son terriblemente grandotes.
La guerra es transversal a todas las historias. Hace estragos en cada individuo, sin importar status o pasado.
EliminarImaginemos que las guerras no hayan existido. ¿Qué habría pasado con cada fábrica de automóviles? ¿Hubiesen llegado hasta la actualidad? ¿El automóvil se habría desarrollado como lo hizo?
Me alegra haberlo sorprendido. Es muy difícil hacerlo. Procuraré hacerlo más seguido.