El modelo Antique de
ENIAK S.A. es un automóvil deportivo, descapotable, para dos personas
construido y diseñado en la República Argentina. Aunque posee un estilo típico
de los automóviles ingleses deportivos de los años '30 y '40, es un modelo
realizado en los años ´80 que, sin ser una réplica, toma el espíritu y estilo
de esos años, pero con la mecánica moderna disponible en el país de origen. Aparte
del problema básico que implicaba tratar de llevar adelante proyectos
industriales -de cualquier tipo-, el "operativo Antique" tenía
escollos propios difíciles de sortear.

Por aquél tiempo,
Eniak S.A. se dedicaba a la fabricación de partes para computadoras, de
transformadores y era proveedor de artículos de encendido electrónico de varias
automotrices del país. La situación económica reinante en Argentina y los cambios
tecnológicos que se avecinaban, no auguraba buenas perspectivas para la
compañía. Su dueño, Luis Gaggino, tenía la idea de incursionar en una nueva
unidad de negocios, a la vez que le daba forma a su sueño.
La idea de construir
autos era tentadora y para concretarlo se puso en contacto con Pedro Campo
, quien dejó su cómodo
y seguro empleo en SEVEL. El reconocido diseñador le sugirió fabricar un coche
sport con estilo vintage. El planteo era claro: si se fabricaba un auto
contemporáneo, en poco tiempo iba a quedar viejo, por lo tanto, sugirió una
carrocería de diseño antiguo, pero montada sobre un chasis moderno. La
propuesta era que fuera un clásico de nacimiento, tal cual lo había intentado
10 años antes la empresa FAAS con su modelo GPA. Gaggino se entusiasmó con la
idea y el proyecto comenzó a gestarse en 1982.

El diseño propuesto
era similar al de los atractivos deportivos ingleses e italianos de
entre-guerras. Campo se inspiró en muchos de ellos, en especial en el Alfa
Romeo 6C 1750 Gran Sport, el Jaguar SS 100, el MG TA y el Squire. El reconocido
diseñador proyectó un robusto chasis reticulado con caños de sección cuadrada
forrado en chapa de acero. Sobre él se montaba una carrocería con piezas
construidas en chapa y en resina reforzada. En 1983, una vez definido el
estilo, Alain Baudena se incorporó al equipo de diseño para construir el primer
modelo. Alain no se limitó a la construcción del modelo, sino que además
propuso ideas para el diseño merced a su habilidad artesanal.

Para motorizar la idea
del Antique, en un primer momento se pensó en el correspondiente al Fiat 125 con
doble árbol de levas a la cabeza que se había utilizado en el GPA, pero se dejó
de lado y se probó el motor que venía en el Ford Falcon Sprint de 166 CV y una
aceleración de 0 a 100 km en poco menos de 8 segundos (Se hicieron 3 unidades).
Finalmente, terminaron quedándose con el motor 1.8 que durante la década de los
años 80 eran colocados en los autos de las marcas Dodge y Volkswagen. En esta
última etapa, los motores utilizados erogaban una potencia de 92 caballos.

El primer prototipo
fue construido en chapa y con guardabarros de aluminio, pasando en los autos de
toda la serie a ser de chapa, pero con los guardabarros, la máscara, las
puertas y el torpedo que cubre al tablero de fibra de vidrio, para bajar el
peso total y mejorar las prestaciones. La planta de fabricación estaba ubicada
en el barrio de Mataderos, en la Ciudad de Buenos Aires y allí se produjeron un
total de 104 unidades, de las cuales se exportaron una a Italia con motor de
Fiat 132), tres a Japón y uno a los EE. UU.

Para destacar, este
automóvil venía con suspensión independiente en las cuatro ruedas y su chasis
era reticulado con caños de acero. Un aspecto exterior que lo hacía llamativo,
era el no tener un baúl y sobre la terminación de su parte trasera, iba
colocada en la “cola” una rueda de auxilio, que lo hacía rememorar a los viejos
autos deportivos de la década del 30. En su interior, el tablero era de madera
de cedro, el volante también era fabricado en igual material (en lo que
respecta a su aro exterior) y venía con cuatro rayos de metal, tenía radio
AM/FM y con respecto a sus asientos, los mismos eran con terminación en cuero.
Poseía limpiaparabrisas eléctrico, cinturones de seguridad y calefacción.

Una característica que
lo hacía bastante seguro para la época, era su estabilidad, ya que el peso de
la unidad estaba repartido: 50% en el eje delantero y 50% en el eje trasero,
siendo esta distribución de pesos un aspecto muy importante a la hora de probar
sus 165 km/h de velocidad máxima. Se llegaba a esa velocidad gracias al trabajo
de Rafael Balestrini, otro profesional de reconocida trayectoria en el
automovilismo deportivo nacional, quien se encargaba en la puesta a punto de
los motores a fin de lograr las prestaciones deseadas. Las unidades así
potenciadas alcanzaban los 92HP y esto quedaba registrado en la placa
identificatoria del chasis.

Pero el trabajo no se
agotaba en el campo técnico, sino que la misma seriedad se volcó en el plano
comercial, creándose una cadena de concesionarios y servicio de post venta que
entró en funciones antes de que los primeros autos salieran de la línea de
montaje. Todo se pensó para que el pequeño auto, sea un clásico por mucho
tiempo. Pero, a no todos les gustaba la idea.
Hacia 1986 Eniak
expandió su producción con la pick up Durango 4×4 y algunas automotrices vieron
en este nuevo producto una amenaza a sus posibilidades y presionaron a
proveedores comunes para afectar el normal aprovisionamiento de piezas. La
estructura de costos se hizo insostenible y la sustentabilidad del proyecto
rápidamente se vio afectada. Esta circunstancia, sumada a la coyuntura
económica que padecía el país a fines de los años 80, forzaron el quiebre de la
empresa.
El último auto, el
número de serie 104, dejó la fábrica de Mataderos en 1990. Inmediatamente, se
cerró toda la producción, tanto la automotriz como la electromecánica.
Si quieren ver modelos
reales, pasen por el blog del Gaucho. Serán bien recibidos.
La miniatura corresponde a Ixo para el coleccionable "Autos Inolvidables Argentinos"