
Hace exactamente un año, publicaba el primer auto en el
blog. Parece mentira que ya hayan pasado 12 meses, pero todos sabemos que lo
único que no se detiene es el tiempo. Han pasado varios vehículos y por suerte
quedan muchos más por venir, porque lo bueno de estas colecciones es que no
tienen fin, ya que aunque nosotros no estemos, tal vez alguien tome la posta y
el hobbie continúe. También puede ser que cada auto pasa a integrar distintas
colecciones, o se transformen en un simple juguete. Pero lo bueno es que aunque
sea de manera separada, cada uno de ellos, seguirá alimentado una repisa o los
sueños de sus nuevos dueños. Para celebrar este primer aniversario, les muestro
una de las joyitas de la corona. Se trata del Talbot Lago T26C de 1949.
Felicidades para todos.

Cuando este año vimos al
Talbot Lago T150, observamos como
la compañía se desarrollo hasta comienzos de la Segunda Guerra Mundial, siendo
uno de sus últimos vehículos de competición el T120. Al final del armisticio,
la empresa francesa retomó sus actividades con la asistencia del nuevo
diseñador de la empresa Carlo Marchetti quien junto a Lago desarrollan, el ya
conocido motor de 6 cilindros de preguerra. El mismo era de 4.4 litros,
aspirado, lo que le daba unos limitados 165 CV, que poco podían hacer frente a
los 1.5 litros sobrealimentados que desarrollaban más de 300 CV. No quedaba
otra opción que poner manos a la obra. Para ello, se le instalaron dos árboles
de levas y tres carburadores Zenith de 50 mm. Con estos cambios el motor subía
su potencia a 240 CV, pero seguía dando ventajas frente a sus rivales. Según
algunos registros, se efectuaron nuevos cambios y se implementaron dos bujías
por cilindro, incrementando la potencia a 260 CV.


Con este panorama hace su debut en el Gran Premio de Mónaco
de 1948. En clasificación, los autos italianos son amplios favoritos y hacen
quedar a los autos franceses como obsoletos ya que se ubican en los puestos 11,
12 y 14. Pero en carrera la situación es distinta. Al contar con un motor
aspirado normalmente, el consumo de combustible es mucho menor frente a los
sobrealimentados que deben detenerse a repostar. Es así, que si bien la
victoria fue para el Alfa de Giuseppe Farina, el Talbot de Louis Chiron termina
en segundo lugar. En Suiza Trossi gana la competencia con una Alfeta, cuando su
compañero Wimille le cede el paso, a sabiendas que al italiano le quedaban
pocos días de vida, debido a un tumor cerebral. El mejor Talbot, es el de Chiron que se ubica en la sexta posición. En el Gran premio de Francia, Wimille vuelve a la victoria, al tiempo que Ascari es despedido de Alfa, por ceder tardíamente la punta a su compañero. Comotti, con un cuarto puesto posiciona al mejor T26. En Italia, los locales con Wimille a la cabeza hacen tabla rasa y se llevan una nueva victoria. Esta vez Rosier es el mejor de la casa francesa, con el puesto número seis. Ya culminado el campeonato, se celebra la reapertura del Circuito de Silverstone con miras a ser puntable para el año siguiente. Las Alfas no se hacen presentes, ya que no participaran en el próximo campeonato. Chiron hace la pole, pero en carrera, Villoresi se hace de la victoria con Maserati y Rosier culmina cuarto.


En 1949, el campeonato abre en Inglaterra y la victoria es
para el suizo Graffenried y su Maserati y tercero llega Rosier. En Spa Rosier
logra la primera victoria del modelo, por delante de las Ferraris, quienes
toman revancha en Suiza de la mano de Ascari, llegando Sommer en el tercer
puesto. En Francia, el monegasco Chiron, le da la segunda victoria a Talbot
cuando doblega al Príncipe Bira y su Maserati. En Italia todo es para alegría
de los tifosis gracias a Ascari quien le gana al Talbot de Étancelin. A estas
carreras oficiales, Talbot le sumó victorias en distintas competencias que no
entraban en este calendario, gracias a la robustez del modelo.

En 1950, comenzaba el campeonato de Fórmula Uno con
nuevas reglas, y si bien varios pilotos seguían compitiendo con el T26C en el
nuevo certamen, Anthony Talbot decidió inclinarse por Le Mans y preparó uno de
estos modelos para las exigentes 24 horas. Tal cual el reglamento, se le instaló
una butaca para el copiloto, faros y guardabarros. Una de las máquinas fue para
Louis Rosier y su hijo Jean. La gran confiabilidad del auto francés y la
fragilidad de Ferrari, hicieron que el Talbot número 5 se lleve la victoria.
Según consta, Louis manejó más de 23 horas ya que su hijo carecía de
experiencia y solo manejó mientras que su padre se aseaba...


Esa es la historia del modelo. Ahora pasemos a la réplica.
La misma es de plástico para armar y la marca es desconocida. La escala es 1:24, creo. El por qué de las incógnitas, es que la caja no dice nada. La
compré hace cerca de 20 años, junto a otro modelo. Y como me parecía un
excelente oportunidad, no tomé riesgos y opté por pedirle a mi cuñado que los arme,
ya que él es de esas personas que buscan hasta el más mínimo detalle. Noten que
le pintó de negro las branquias laterales para que parezca más real. Les dejo
una foto de la tapa de la caja, tal vez alguien sabe algo de la marca. Lo único
que decía en un lateral es: “Talbot Lago Model 2 Roku 1949”.

Por último, pero para mí lo más importante es agradecer a
todos ustedes. A Gonzaspider quien insistió en esto de tener un blog. A Máximo
que donó por muchos meses la cámara de fotos. Al
Cabo Reyes y su excelente
prosa para describir esa fantástica compilación de autos locales.
Gaucho Models, dueño de una colección única en el mundo con modelos exclusivos.
Juanh
con quien compartimos varios modelos y al cual envidio esa hermosa foto al lado
del Fiat del Lole.
Tunning66, me ha demostrado tener la más extensa colección
de autos de calle. También agradezco a los amigos de otras partes del mundo
como
José,
M Sport,
Panorama,
Manuel,
Xavi,
Piotr G,
Aybec y al diseñador
Erwin Komenda ;)
A todos muchas gracias y ojalá que
sigamos compartiendo por
unos cuantos años más este pequeño gran mundo.
Saludos!!!!!