sábado, 7 de mayo de 2011

Ford Thunderbird (1956)

Saludos amigos, hoy les presento un icono de la industria automotriz, no solo por sus ventas o por permanecer tantos años en la producción, sino por lo que representó el diseño para aquellos años. Se trata del Ford Thunderbird. Veamos porque.
Pensemos que en la década del ’50 en EE.UU., todavía se vivía una época de victoria, ya que aún permanecía fresca en la mente del ciudadano, la Segunda Guerra Mundial. Pero para Europa, también era una etapa de resurrección, y mostraba que en cierto punto, se vivían tiempos felices, no por el resultado de la guerra, sino por su finalización.
Según se cuenta, en el año 1951, en el Salón del automóvil de Paris, se hicieron presentes Lewis Crusoe director general de Ford ex GM y el jefe de diseño George Walker. Ambos se quedaron sorprendidos y conquistados por los deportivos del viejo continente. Es que en esa exposición se presentaban al público y prensa especializada, automóviles como la Ferrari 212, el Renault Frégate o el Pegaso Z102, que eran acompañados por modelos de años anteriores, pero muy importantes, tales como el Porsche 356 o el Jaguar XK-120.
Al regreso, junto a Frank Hershey ex Pontiac, en interminables reuniones de diseño, llegaron a la conclusión que lo que querían no era un auto sport, como el Corvette, sino que darían nacimiento a una nueva categoría, la del auto personal. Imaginen entonces que el auto estaba dirigido a la clase media, una franja económica en alza, en la cual sus integrantes querían diferenciarse. Era el albor de que uno no compraba lo que realmente precisaba, sino lo que las empresas hacían creer que uno necesitaba. Era el nacimiento del consumismo.
¡Que mejor entonces que hacer un auto con solo una fila de asientos!!! Recuerden los autos de la pre guerra. Tremendos “botes” en los cuales entraban con holgura una familia entera, vecinos y amigos. En Europa eran comunes, pero para el estilo de vida americano, esto era un mal concepto. ¿Como se soluciono? Utilizaron componentes del viejo continente con sutileza y los unieron a los elementos americanos para que el conductor estadounidense, se sintiese manejando un verdadero “American Life”.
El resultado pudo verse en el Salón de Detroit del automóvil de 1954 y se puso en venta en octubre como modelo 1955. El éxito fue alcanzado rápidamente, ya que para el primer año debían vender 10.000 unidades y se superaron holgadamente las 15.000. Esta versión venía con un motor V8 de 4,8 litros, con caja automática o manual y en dos versiones de techo. Uno rígido desmontable o la tradicional capota de lona de los convertibles.
Para el año 1956 se hacen pequeños cambios. Los faros delanteros contaban con un nuevo armazón, las insignias V8 fueron retiradas y se reemplazaron las banderitas cruzadas del frente por el logo del modelo, se agrego unas entradas de aire laterales para ventilar el habitáculo. Pero también había un cambio que fue muy significativo para el modelo. Se retiró el auxilio del baúl para darle más capacidad y se lo instalo sobre el paragolpe trasero, inclinado levemente sobre el auto.
Este modelo del 1956 es el que hoy nos acompaña. Pueden ver distintas imágenes, un video y fotos de la réplica de la línea City Cruiser de la firma NewRay.
Saludos para todos, nos vemos.

1 comentario:


Un clásico devorando litros....

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