Hoy es
función Diecast Central. Entre los temas que estaban en el sorteo, uno dio en
el número exacto. El Gaucho se ve que no se anda con chiquitas y no fue el que
estuvo más cerca, sino que dio en el clavo. Y obviamente, no podía con su
genio, y el tema propuesto fue de lo más difícil al menos para mí. Es que
elegir el “Auto más feo” no me fue una tarea fácil, ya que por lo general uno
compra lo que le gusta, así que mucho a mi pesar, el elegido para representar
el tema es el Smart City Cabrio del 2002. Pobrecito.
Como
sabemos, la belleza es subjetiva, y hay tantos autos lindos como personas. Lo
mismo sucede con los autos feos. Y creo que eso se debe a que uno le suma algún
sentimiento a las cosas. Podría haber dicho que el 2 CV es el patito feo, pero
con lo querido que es para uno, es imposible catalogarlo como tal. También
podemos acusar de amorfo al Triciclo de Benz de 1896, pero al pensar que es uno
de los primeros de esta larga cadena, lo elimina como tal. Y un Fiat 600
definitivamente es bellísimo.
Así que
descartando modelos, me di cuenta que había dos temas para tener en cuenta. El
primero es que definitivamente no me gustan los autos pequeños. Reconozco las
ventajas que poseen a la hora de moverse en el caótica tránsito porteño, pero
prefiero los autos amplios. Sé que entorpecen más de lo que ayudan, que el
consumo es elevado y que ya están pasando de moda, pero gustos son gustos. Es
que los autos chicos, me dan una imagen de poca potencia, que en realidad no es
así, pero me dan esa sensación.
Y el otro
punto para seleccionar a este auto, es que me di cuenta que no tenía que tener
ningún sentimiento. ¿Cómo decir que el auto más feo, es el mismo que me llevó
de vacaciones? Imposible!!!!! Tenía que ser un automóvil sin ninguna tradición.
Y el Smart, tiene el plus, que es una marca joven, casi desconocida en estas
tierras. Es por ello que lo seleccioné como el más feo. Porque a decir verdad,
el auto está bárbaro…
El Smart
surge como idea, de la fábrica de relojes suiza Swatch, que a finales de los 80
entendió que había un mercado que no estaba explotado totalmente, que era el de
un auto de ciudad con un estilo propio. Mientras que se proyectaba el futuro
automóvil, se decidió buscar un socio automotriz, para aprovechar la
experiencia y la red de distribución. El primero a punto de asociarse fue VW,
pero el ascenso de Ferdinand Piëch en el directorio alemán, dio por terminada
cualquier negociación, ya que pensaba que el nuevo VW Lupo se vería afectado
por la idea de la casa suiza.
Atentos a
estas circunstancias, se habían empezado a tratar con otras empresas, pero ni
GM, Fiat, BMW o Renault mostraban interés. Así es como se acercan a Daimler
Benz, quienes al carecer de autos en este segmento se asociaron para la
fabricación del nuevo auto. Así en 1994 se funda Micro Compact Car Ag (MCC). La
fábrica se montó en Hanbach, Francia y el primer dilema que enfrentaron fue la
denominación del automóvil. Swatch era la primera opción, pero Mercedes pronto
la descartó y surgió Smart como anagrama de Swatch Mercedes Art.
La primera
generación salió a la venta en 1998. Era un biplaza con un motor trasero de 3
cilindros de casi 600 cc, que entregaba entre 45 CV y 65 CV según la versión.
Luego se ofreció con un motor de 698 cc, cuya base era de 50 CV y también había
un turbodiesel de 799 cc, capaz de entregar 40 CV. Estas potencias que parecen
ínfimas, son más que suficientes para desplazar a dos personas por cualquier
ciudad.
Cada uno de
los modelos, se ofrecía con distinos opcionales, tanto del interior, como en la
combinación de colores. La idea, es que cada cliente se sienta identificado con
su Smart. En el 2002, se produce una actualización estética, donde la mayor
diferencia esta en el juego de ópticas delanteras. Esta primera generación se
mantuvo en producción hasta el 2007, año en el que ve la luz la nueva
generación.
Hoy en día,
el negocio no fue todo lo redituable que se esperaba, y Mercedes tiene el 100%
del paquete accionario, manteniendo solo en producción el Fortwo. Seguramente
con el paso de los años, este auto se convierta en un clásico y ahí si, va a
dejar de ser el auto más feo de mi colección…
Les dejo
las fotos de la réplica, que pertenece a la colección Car Collection de
editorial Del Prado. También pueden ver el video, para que vean lo lindo que es.
Aprovecho
para saludar a todos por esta Navidad, deseándoles que la pasen junto a los
suyos.