Divagando
con el Cabo, intercambiando opiniones sobre el precio de una 504 break y de un
Renault 12, llegó la duda si eran buenos los coleccionables o no. Teníamos la
duda si tener una colección, por ejemplo de Altaya era bueno, o simplemente era
la masificación de una miniatura. Por las dudas, para que nadie se enoje con este
modelo, el Lancia Astura de 1935 no es de Altaya
Yo pienso,
que hablando en términos generales es muy bueno. El hobbie, en los últimos
años, por estas regiones ha crecido muchísimo, gracias a los coleccionables.
Para el gran coleccionista, es la posibilidad de incorporar algún modelo, que
quizás de otra manera, por falta de interés en esa pieza, no la compraría. El
pequeño hobbista, va a tener la oportunidad de ampliar su pequeña colección,
con modelos que no son de la mejor producción, pero que tienen una relación
precio calidad excelente. También, puede ser el inicio al coleccionismo, para
el que nunca tuvo una miniatura. Y para el acaparador, es una de las mejores
noticias.
Del lado
opuesto, llegamos a la conclusión, que el defecto más importante de esta
modalidad, más allá de la calidad de la pieza, es el riesgo de crear
coleccionistas en serie, todos con las mismas colecciones. Es decir, puede
suceder que la mayoría de los coleccionistas, compartan la mayoría de los
modelos. Si se reunieran, habría tantos Peugueot 404 Taxi como hobbistas.
Estos
nuevos coleccionistas, también corren con el peligro, de no ser aceptados por
algunos viejos coleccionistas. Digamos que en una sociedad, donde siempre se
trata de sobresalir con la mejor zapatilla, o el último celular, si sale un
auto de manera popular, el egoísmo humano va a dictar, que se le debe
despreciar a favor de uno que resulta 2 veces mejor, pero que sale 10 veces más
caro. Hay que entender, que el factor económico, no puede definir la calidad de
una colección. Ya lo dijimos, la colección ideal no existe. Y si existe, está
en cada uno de nuestros hogares.
También, el
efecto alcanza a los comercios. En un principio, cuando el coleccionable está
en los kioscos, tienen una gran desventaja económica ante dicha competencia.
Pero una vez que termina la colección, muchos de estos negocios, tienen el auto
de Altaya en su vidriera al triple del precio. Y no solo es que los venden,
sino que también se pueden de hacer de un cliente, que vuelve. Y vuelve. Y
seguimos volviendo…
En lo
personal, yo no tengo ningún problema con estas ediciones. Ha permitido que mi
colección haya crecido, con algunos modelos que desconocía, a un costo muy
inferior al que me hubiese salido en una casa especializada. Y el impulso que
tuvo mi colección, no se detuvo en cada pieza, sino que llegó a la creación de
este blog, que hoy me permite, aunque sea de manera virtual, estar con ustedes.
Espero leer sus opiniones.
Un poco de
cultura: cuando Lancia se fijó en las letras que le quedaban del alfabeto
griego para denominar a sus autos, pensó que ninguno de ellos era digno para
sus nuevos autos. De ahí surgió la idea de emplear nombres romanos o latinos.
Astura, es un río de España, hoy llamado Esla, pero es más factible que lo haya
tomado de un corto río homónimo en Italia, cerca de los Montes Albanos, que
desemboca en una pequeña isla también llamada Astura, famosa por la torre
medieval que lleva el mismo nombre.
Este modelo
se construyó entre 1931 y 1939, y constó de cuatro generaciones. La primera de
solo 496 piezas hasta 1932. La segunda hasta 1933 produjo 750 automóviles, la
tercera y más exitosa, se prolongó hasta 1937 con más de 1200 unidades, y la
última interrumpida por el conflicto bélico apenas pudo hacer un poco más de
400 vehículos. Se ofreció a lo largo de su producción, con dos posibilidades de
motorización. Un 2600 cc de 72 CV y un 3 litros de 82 CV, que gracias al poco peso del
Astura, servían para alcanzar los 125 km/h , ambos V8.
Su
potencia, le permitió obtener importantes logros deportivos para la época, como
el uno dos de 1934, en la clásica Giro de Italia. Pero sus líneas, hechas por
los carroceros de la época, junto a los lujosos interiores que adornaban al más
grande Lancia de Preguerra, hicieron, que también fuera el favorito de los
políticos de turno. Mussolini, en su Astura descapotable, carrozado por Boneschi,
se paseaba por Italia saludando a su pueblo como se puede ver en el video.
Esta versión
carrozada por Pininfarina se la denomina, Lancia Astura Coupe Gran Lusso y
pertenece al fabricante Grani & Partners para un coleccionable italiano de
la editorial DeAgostini….
Saludos,
Felices Pascuas para ustedes y si es coleccionable, que sea rock.