Para esta
entrada quise buscar algo original, una marca que todavía no haya tenido el
honor de ser publicada. Así, que entre los modelos que tengo, me puse a ver quien
cumplía con este requisito. Y en ese momento, me di cuenta que una de las
marcas más populares la había pasado por alto. Eso puede ser por dos motivos. O
porque mi cerebro tiene problemas en el disco rígido y ya no retiene nada (es
muy probable que así sea) o que la empresa turinesa no es muy atractiva. Por
las dudas, para resarcirme, les presento al Fiat 1400 de 1955. Me voy a tomar
la pastillita…
Creo que
estamos de acuerdo que popular no significa que sea el mejor o más querido. De
ejemplo, podemos decir que no siempre el que gana una elección no es el más
capaz, sino que es el más popular. Pero sin llegar al extremo, un modelo que es
un récord en ventas no es sinónimo de un auto buscado y apreciado por la
mayoría. Porque por lo general, el auto más popular está regido por lo
económico, lo racional, mientras que ese modelo que nos quita el sueño, esta
gobernado por el sentimiento, por lo irracional.
Parece ser que a Fiat, le ha sucedido eso. Se ha encargado de movilizar a países, de darle
la oportunidad a miles de personas de llegar a su primer auto y en muchos
casos, por lo económico de algunos de sus modelos, ha sido el primer 0 km de la familia. Sin
embargo, nunca ha sido referente como un auto de calidad que nos desvela. Si ha
sido reconocido como una marca, cuyos autos tienen un motor un tanto “picante”
en relación con sus dimensiones. Y tal vez el punto más flojo son las
terminaciones, especialmente de los interiores, que los hacen parecer de poca
calidad.
Pero si
tomamos su punto fuerte, el de movilizar a las masas, el 1400 es un ícono en
ello. Fue el prime modelo que la empresa italiana diseñaba luego de la Segunda Guerra. El prototipo
estuvo listo en 1948 en Turín y se presentó en 1950 en el Salón de Ginebra en
dos versiones: Sedán y Cabriolet. Se trataba de un modelo de la gama media o
media-alta, con un moderno chasis de los denominados autoportantes y con un
diseño sobrio sin aditamentos o aristas, cuyas raíces eran del estilo americano
como el Kaiser Frazer.
La
comodidad del habitáculo era uno de sus puntos fuertes, ya que por su amplitud
podían viajar sin inconvenientes 5 personas o 6, gracias al asiento delantero
del tipo enterizo y a que la palanca de cambios era al volante. El motor, tal
cual lo dictaba su nombre, era un 4 cilindros de 1400 de cilindrada que
entregaba apenas 44 CV, pero que permitía viajar cómodamente a más de 110 km/h . Luego surgieron
las versiones A con 50 CV y la B
con 58 CV.
También
hubo una versión diesel de apenas 40 CV, pero que era ideal para el trabajo, ya
sea como servicio público o vehículo oficial. En 1952 se presenta el 1900 cuyo
motor ya era más respetado con 60 CV. Dos años más tarde se presenta la segunda
generación en el Salón de Turín, donde se mantenía la motorización, tanto 1400
como 1900 y se distinguía los faros auxiliares en los extremos de la parrilla.
Y en 1956 se presenta la última generación en el mismo Salón del Automóvil,
donde la principal diferencia estética radicaba en el faro antiniebla central.
En general,
este automóvil fue un éxito, ya que se construyeron más de 200.000 unidades
hasta que se discontinuó en 1958. Pero Fiat, tuvo en cuenta un plan más
ambicioso que le dio mayor resultado. Firmó convenios, con otros países, para
la fabricación del 1400 bajo licencias, en Austria y en España. En el primero,
la encargada fue Steyr, quien ofrecía desde algunas motorizaciones propias,
hasta la elegante coupé Granluce en dos tonos, sin el parante central, bien al
estilo americano hard top.
En España,
Seat eligió al 1400 para iniciar su actividad fabril y siempre ofreció el
vehículo similar que se encontraba en Italia, acompañando toda la evolución de
los modelos, hasta que cesó en 1959 su producción, aunque algunas versiones
específicas como el taxi, la furgoneta y el comercial, se ofrecieron hasta
1962.
Como verán,
este auto que seguramente no era el soñado por muchos, fue el encargado de
movilizar a una gran parte de Europa. Y seguro que con los años y las anécdotas
que carga cada uno de sus dueños, se convirtió en uno de los más queridos. Los
sentimientos no conocen a la razón.
Les dejo un
video y las fotos de este taxi de la ciudad de Roma, cuya réplica pertenece al
fascículo número 13 de la colección “Taxis del Mundo” editorial Altaya, edición
Argentina.