El Gaucho es un hombre
persistente y cuando se le mete una idea en la cabeza, es difícil luchar contra
eso. Es como Don Quijote y el Vasco de la carretilla en una sola persona. Hace
un tiempo se las ingenió para convencerme de que lo acompañe en su locura de
Diecast Central, y la verdad que más allá de lo bueno de la idea, su sentido de
la persuasión es demasiado fuerte como para decirle que no. Así es que para
cumplir con el ritual de todos los meses, les presento esta Chevrolet Pick Up
de 1941, ideal para seducir hombres….
Creo que es muy fácil
la elección, porque cualquier auto nos seduce. Ya sea por lo lindo, lo raro, lo
veloz o la cualidad que le encontremos, todos los vehículos nos atraen. Es como
decir que todas las mujeres tienen algo lindo. A algunas se les nota a la
distancia, y a otras hay que inspeccionarlas con lupa para encontrar ese punto
atractivo, pero nuestro instinto animal, algo va a encontrar. Después de todo,
es difícil negar un favor….
Pero como el que
propuso el tema es el Gaucho, lo mejor es tratar de seducir a un hombre de
campo. La verdad es que en estos casos tenemos que pensar en descartar las
distintas alternativas. Un superdeportivo, para una persona que trabaja de sol
a sol entre animales y tareas pesadas, con caminos casi inexistentes puede ser
un insulto. Definitivamente ese tipo de vehículos no es el indicado.
Un auto familiar puede
ser una alternativa. El gaucho tiene como premisa en toda su vida a la familia
y no hay momento en el que no piensa en ella. Pero creo que este tampoco es el
adecuado como para sacarlo de la rutina. No me lo imagino manejando una rural,
con todos sus herederos y la patrona, camino a la jineteada. Lo más probable es
que cada uno vaya en su caballo, pero como buscamos un auto, descartamos al
fiel equino de esta ecuación.
¿Un auto de
competición? Eso sí que sería un insulto, digno de un duelo con facones. Las
competencias automovilísticas son más que aburridas, para el amante del campo.
No hay como una buena doma de caballos o una competencia de sortijas para
demostrar quién es el mejor jinete. O una simple carrera equina, para
establecer quien tiene el mejor ejemplar del pueblo. Definitivamente un auto de
carreras es de lo más insulso, para este caso.
Por todo lo anterior,
me parece que lo mejor es una linda Pick Up. De esas nobles camionetas, con
muchos años encima, capaces de cargar cientos de kilos sin inmutarse, y
transitar por caminos que solo se animan los animales. Esos vehículos que se
arreglan con una pinza y un metro de alambre y que solo hay que ponerle aceite
cuando se rectifica el motor después de miles de kilómetros recorridos.
Este ejemplar,
representa al servicio técnico de la empresa agrícola John Deere tal cual puede
leerse en sus puertas y cuenta con distintos detalles, como la carga, con
varias cajas de repuestos para los tractores y demás vehículos del campo. Tiene
apertura en sus dos puertas y el capot se abre por mitades. También cuenta con
movimiento de dirección en sus ruedas delanteras. Y trae una combinación de
colores inequívoca para el modelo.
Como puntos negativos,
resalta el poco esmero en el interior, todo en un solo tono y con mínimos
detalles. La otra crítica viene por el lado de las aberturas del capot. Para
lograrlo utilizaron unas bisagras muy desproporcionadas que quitan todas las
ganas de exhibirlo y mostrar su motor. Una pena, que sin embargo, no le resta
al conjunto general de la miniatura.
Espero haber logrado
el cometido de Diecast Central. No pretendo seducir al vaquero como en la
película Secretos en la Montaña, solo espero que al Gaucho le haya gustado.
El modelo está
fabricado por Gearbox Toys y cuando van a una agencia de John Deere lo pueden
comprar. Aunque por Ebay es más fácil. En el video la pueden apreciar mucho
mejor.
Será hasta la próxima
entrada, y espero que esta camioneta sea del agrado de El Arriero.