Los invito a viajar en el tiempo, a la primavera de 1930. Ubíquense en una cena de la alta sociedad francesa, música fosse, cigarros y una conversación que se torna hacia los avances del automóvil.
Un invitado realza las aptitudes de los trenes diciendo que nunca un automóvil iba a suplantarlo. Como ejemplo elige al tren azul que recorría a Francia, desde Cannes a Calais, en un tiempo cercano a las 22 horas para recorrer los más de mil kilómetros que separaban las dos ciudades portuarias.
Pero, en la cena también se encontraba Wolf Barnato, presidente de la Bentley Motors, que no solo decía que podía cubrir esa distancia en menos tiempo, sino que cruzaría el Canal de la Mancha y llegaría a Londres, antes que el tren se detenga en Calais. El reto estaba hecho y la apuesta era de 200 libras esterlinas.
Para tal empresa eligió el Speed Six que contaba con un motor de 6 cilindros, 24 válvulas, 6.597 CC, con doble encendido que entregaba una potencia de 160/180 CV, alcanzando los 160 km/h. En esta ocasión optó por una coupé carrozada por Gurney Nutting.
Para poder ganar la apuesta, junto a su copiloto Dale Bourne, idearon una hoja de ruta, como si se tratase de una carrera de le mans, analizando cada kilómetro y señalando los lugares donde los debían esperar distintos equipos para reabastecerse.
La largada fue en simultáneo a las 17:45 y en los primeros kilómetros encontraron una fuerte tormenta que no los dejaba desarrollar toda la potencia del Bentley de más de dos toneladas, pero a medida que anochecía, la lluvia iba dejando paso para que Barnato aplique toda su capacidad para atravesar a Francia como un rayo. En Auxerre hicieron el primer repostaje, aunque perdieron tiempo en ubicar al equipo que los esperaba y cuando estaban por entrar a París, el primer inconveniente: un pinchazo.
Al amanecer, con el dia despejado y las carreteras vacías, el Bentley comía kilómetros. Así pasaron por Compiégne, Arras y a las 10:30 entraron al puerto de Calais, embarcando en el buque que los depositó en el puerto ingles de Dover. Solo les restaban los 130 km hasta Londres.
Cada kilómetro, los debían hacer sin perder un minuto y así lo hicieron. A las 15:20 detuvieron su marcha en el punto de llegada, que era en el frente de club londinense situado en St. James Street. Cuatro minutos más tarde, el tren azul entraba a la estación de Calais. El auto fue más rápido, Barnato ganó las 200 libras y el Bentley se apoderó del nombre: Blue Train.
Les dejó junto a las reproducciones del auto original, las fotos de la réplica que pertenece al número 8 de la colección “Los más bellos Coches de época”, editorial Altaya, edición Argentina.
Saludos y será hasta el próximo encuentro.
Espectacular amigo,,,,este auto solo lo puede conducir un dandy,,,,
ResponderEliminarImpresionante el video de abbott y costello.
Queremos massssssssssss!!!!
Gracias Maximo!!!
ResponderEliminarNosotros también queremos más de v/blogs...
Saludos!!!!!
queremos el Batimovil en 1:43 !!!!
ResponderEliminarLamento desilusionarte Gonza, pero no es parte de mi colección.
ResponderEliminarTal vez para más adelante pueda preparar algo de tus superheroes....
Saludos!!!!!
el Mach 5?
ResponderEliminarEs una buena opción.... Veremos
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