Toda persona
siempre tiene inquietudes. Pero por lo general, las obligaciones como el
trabajo, la familia, hacen que uno relegue esos sueños de juventud, a favor de
la comodidad de un trabajo de 9
a 18 hs. Las utopías siempre se dejan de lado, para no
llegar tarde al trabajo y marcar tarjeta, tal cual dicta el inconsciente
colectivo. Por suerte, no todas las personas actúan de este modo, y se lanzan a
la aventura sin miedos. Así lo entendieron los creadores del Bucciali TAV 8 de
1932.
Albert
Bucciali, de origen francés, era hijo de un compositor que le inculcó la música
desde temprana edad. Así, en sus primeros años, parecía que el pequeño iba a
ser un prodigio como pianista, hasta que su hermano Angelo lo llevó a los 13
años a presenciar una carrera, que disputaban los primeros automóviles. Albert,
quedó deslumbrado por las nuevas máquinas y el piano quedó arrumbado en un
rincón.
Sin
embargo, sus ansías de aprender sobre las nuevas tecnologías, lo llevan a leer
todo tipo de libros, y este deseo irrefrenable por formarse hacen que estudie
Filosofía en la
Universidad de Boulogne. Al egresar de la misma, compra su
primer automóvil, al que decora con las tres primeras letras de su apellido. Al
mismo tiempo, como toda personalidad inquieta, se siente atraído por las nuevas
máquinas voladoras.
Sin
experiencia, pero con mucho conocimiento, arma su primer avión, en base a
distintos planos a los que tuvo acceso. Así, a comienzos de la década del 10,
el primer avión “Buc”, surca el cielo francés. Y para no hacer las cosas así
nomás, se inscribe en una escuela de vuelo, donde aprende distintas pruebas
acrobáticas, con las que consigue ganar bastante dinero, a través del país.
Entre
tantas piruetas, lo sorprende la Primera
Guerra Mundial, y obviamente nuestro Albert no se la iba a
perder. Por su cuerpo desgarbado, en un principio es rechazado, pero ante la
insistencia, finalmente es reclutado y enviado a una escuela de pilotos. Ahí,
en base a su experiencia, deslumbra a profesores que inmediatamente lo
recomiendan para batallar en el frente.
Durante
mucho tiempo, sirvió para el 26° escuadrón de la Fuerza Aérea Francesa, que
tenía como insignia una cigüeña, con las alas doradas hacia atrás, cuyo destino
automovilístico comparte con el cavallino rampante. Gracias a sus proezas, es
remitido al frente oriental, para ayudar a los rusos. Con el conflicto casi
concluido, en 1919 es enviado a su hogar, con una pequeña fortuna por sus
servicios, con la amistad del checo Joseph Ksandr y con algunos disparos en su
cuerpo.
Otra vez en
Francia, junto a su hermano Angelo y a su amigo Joseph, establece un pequeño
taller, con la intención de hacer un pequeño auto de competición. El pequeño
modelo, fue piloteado por los dos hermanos en distintas competencias con
singular éxito, lo que les dio el empujón para realizar su propio vehículo, el
BUC AB1. Así se van sucediendo varios modelos de competición, que sirven para
mantener cierta estabilidad en el negocio.
Pero la
inquietud de los Buccielis los llevó a viajar a EE.UU. para saber que había del
otro lado del océano, con intención de mejorar el propio negocio. Y entre lo
que encuentran, está la idea de la tracción delantera, que si bien no era
nueva, todavía presentaba ciertas dificultades. A su regreso al viejo
continente, deciden cambiar el rumbo de su modesto taller. Dejan los autos de
competición y se vuelcan al estudio de la tracción, dirección y caja de
cambios, todo en posición delantera. Muere “Buc”, nace “Bucciali”.
El primer
modelo fue bautizado TAV (Traction Avant) y fue presentado en 1926. Como era de
esperarse fue un fracaso y tuvieron que pasar 2 años, para estudiar los
problemas del nuevo sistema. Así en 1928 se presentan dos nuevos bastidores,
uno de los cuales fue bautizado TAV6, del cual se llegaron a fabricar 3 modelos.
Al año siguiente se presenta el TAV8, motorizado por el motor americano
Continental de 8 cilindros.
El modelo que nos acompaña fue carrozado por Saoutchik y tenía un motor Voisin V12, del cual fue separado a los pocos años de ser construido. En la década del '70, un coleccionista logra reunirlos y en 1997, tras varios años de investigación y trabajo, logra concluir con la tarea de restauración.
La vida de los hermanos franceses, fue muy intensa y con varios sinsabores, que merece una segunda parte. En cuanto consiga otro Bucciali se las cuento.
La miniatura pertenece a la colección "Los más Bellos Coches de Época" de editorial Altaya, edición Argentina. El vídeo vale como testimonio.
Saludos y espero que todos puedan bailar el rock de la cárcel....
qué historia interesante!
ResponderEliminaraproveché mi insomnio para leerla y degustarla tranquilo, aderezada por un té con limón y mucha miel para mi resfrío de fin de semana.
evidentemente el francés era un fuera de serie,
aunque esa época era especial para este tipo de desarrollos personales.
hoy en día no hubiera pasado de ser un millonario excénctrico o un play boy cotizado.
el auto -viejo conocido- es una maravilla y quizá el único trabajo de saoutchik que me resulta imperdible.
y la miniatura una auténtica maravilla, se lo garanto!
Hola Gaucho!!!!!
EliminarQue mejor para dormir, que leer una entrada....
El francés era un tanto inquieto, que tenía un buen pasar, pero no era adinerado. Por eso al cierre de su empresa, siguió trabajando para otras. Se merece una segunda parte, pero es difícil encontrar un Bucciali que acompañe....
Saludos!!!!!
si no encuentra bucciali mande una bugatti o un delage.
Eliminarle aseguro que nadie lo va a notar.
¡que grande el tal Bucciali! músico, erudito, aviador, heroe de guerra, constructor de automoviles, este tio tiene un biopic de Hollywood.
ResponderEliminarYa en el terreno del motor, debio "inspirar", a Andre Citroen a la hora de crear su Traction Avant, impresionante dato no muy conocido.
Felicidades por el modelo se ve precioso asi reluciente como de charol.
Saludos.
Hola Xavi!!!!
EliminarEl tipo hacía de todo y bien, y yo a las 7 de la tarde no doy más....
Al parecer fueron varios los que se sintieron "inspirados" por estos hermanos.
Saludos!!!!!!
No conocía la marca, buena historia, hermosa miniatura.
ResponderEliminarMe puse a buscar sobre los Buc de competición, y encontré al Type 16, que me gustó mucho. Acá hay más información sobre la marca:
http://www.autopasion18.com/HISTORIA-BUC-BUCCIALI.htm
Abrazos!
Hola Juanh!!!!!
EliminarSi, los Buc eran de competición. Cuando fueron a EE.UU., comenzaron con la Bucciali para hacer autos de alta gama. Los adelantos mecánicos, no tan fieles y la crisis del '30 hicieron desaparecer a esta marca. Tal vez, si seguían con los Buc, otra sería la suerte.
Saludos!!!!!!!
Parece el coche de Cruela DeVil!! (la de "101 Dálmatas", de Walt Disney).
ResponderEliminarDebe ser impresionate al natural. Solo la nobleza, millonarios y artistas de cine podrían haberse permitido algo así. Y con chofer, naturalmente.
Gracias por todos los datos de otra apasionante historia de pioneros y gente inquieta.
Saludos!
Hola Antonio!!!!
EliminarEs cierto, tiene un aire un tanto fantasmagórico, ideal para ese personaje.
El auto era caro, y por ello se asociaron a una empresa americana, que lamentablemente quebró, antes de empezar. En 1933 Bucciali desapareció como empresa, pero Don Albert siguió inquieto, patentando otras innovaciones, que se usaron sin reportarle un solo peso, a pesar de los juicios que ganó por dichas patentes.
Tiene una historia muy rica esta marca.
Saludos!!!!!!!
Tenia entendido que solo se había fabricado uno de estos, pero si usted dice que fueron 3, le creo!
ResponderEliminarYa se lo dije, su blog esta plagado de gratos recuerdos, esta replica es una verdadera perla para su colección.
Saludos!
Hola Mauro!!!!!
EliminarTres se hicieron del TAV6. De este modelo uno solo, con motor Voisin V12. Si hubo otro, no hay ningún registro.
Lo bueno, es saber que están bien cuidados....
Hasta mañana!!!!!
Hola Vasco!
ResponderEliminarVerdaderamente un automóvil majestuoso! Final largo frente para el V12 es elegante :-)
Muy bonito modelo de coche
Hola Komenda!!!!!
EliminarQue bueno tenerte por acá!!!!
El tamaño del V12, merecía ese largo capot....
Saludos!!!!!!
Rememorando la primera impresión, ese techo bajo, la cintura alta y las ruedas de auxilio en sus tremendos cobertores cromados resultan deseables en extremo, una excelente pieza que no podía perder.
ResponderEliminarHola Cabo!!!!
EliminarUd lo ha dicho, era una pieza para no perder. Y que bueno, que la primera impresión es la que cuenta....
Saludos!!!!!!
Así o mas largo.. y que porte !! La historias del auto y de Bucciali son como de novela pero en la vida real. Qué interesante.
ResponderEliminarEl modelo es una maravilla.
Saludos !!
Como va Eddie?!!!!!!
EliminarCreo que más allá del porte del automóvil, la historia de sus creadores, se merece mucho más que el éxito que tuvieron. Una vida muy apasionante.
Saludos!!!!!
Hola Vasco!
ResponderEliminarCreo que éste no integró la limitada edición nacional de los "Coches de Epoca".... Si no me equivoco este en particular es de una edición de la editorial Del Prado, que se editó en Polonia con coches de varias procedencias, y si me apuran un poco, te digo que a este mismo ejemplar lo tuve en mis manos... jajajaja!!
Saludos!!
P.D.: Chequeá tu casilla de email.
Abrazo!
Hola Cruiser!!!!!
EliminarEn realidad quise poner edición española, fue un acto fallido.... Lo que si, no tenía idea de su origen polaco, y que era de Del Prado!!!! Ya corrijo todo....
Y me da la impresión, que esta miniatura tiene más kilómetros y dueños que el auto original....
Saludos y gracias por el mail!!!!!