martes, 23 de julio de 2024

Rally Dakar (2011)

En la semana que precedió a la partida hacia Arrakis; cuando el frenesí de los últimos preparativos había alcanzado un nivel casi insoportable, una vieja mujer acudió a visitar a la madre del muchacho, Paul.

Era una suave noche en el castillo Caladan, y las antiguas piedras que habían sido el hogar de los Atreides durante veintisiete generaciones estaban impregnadas de aquel húmedo frescor que presagiaba un cambio de tiempo.

La vieja mujer fue introducida por una puerta secreta y conducida a través del abovedado pasadizo hasta la habitación de Paul, donde pudo observarlo un instante mientras yacía en su lecho. 

A la débil luz de una lámpara flotante que se movía cerca del suelo, Paul, medio dormido, distinguía apenas la voluminosa silueta inmóvil en el umbral, y la de su madre, un paso más atrás. La vieja mujer era como la sombra de una bruja... con sus cabellos como tela de araña enmarañados alrededor de sus oscuras facciones y sus ojos brillando como piedras preciosas. 

—¿No es un poco pequeño para su edad, Jessica? —preguntó la vieja mujer. Su voz silbaba y vibraba como la de un baliset mal afinado. 

La madre de Paul respondió con su suave voz de contralto:

—Es bien sabido que entre los Atreides el crecimiento es algo tardío, vuestra reverencia.

—Se dice, se dice —siseó la vieja mujer—. Pero ya tiene quince años.

—Sí, vuestra reverencia. 

—Está despierto y nos está escuchando —dijo la vieja mujer—. Astuto pillo. —Se rió—. Pero la nobleza necesita de la astucia. Y si es realmente el Kwisatz Haderach... bien...

En las sombras de su lecho, Paul entrecerró los ojos hasta reducirlos a dos líneas. Dos óvalos brillantes como los de un pájaro, los ojos de la vieja mujer, parecieron dilatarse y llamear mientras se clavaban en los suyos. 

—Duerme bien, astuto pillo —murmuró la vieja mujer—. Mañana necesitarás de todas tus facultades para afrontar mi gom jabbar.

Y desapareció, arrastrando afuera a su madre y cerrando la puerta con un ruido sordo. Paul permaneció desvelado, preguntándose ¿Qué será un gom jabbar? Entre toda la confusión de aquel período de cambio, la vieja mujer era lo más extraño que había podido ver.

Vuestra reverencia. 

Y ella se había dirigido a su madre Jessica como a una sirvienta en lugar de como lo que ella era: una dama Bene Gesserit, la concubina de un duque y la madre del heredero ducal.

¿Es un gom jabbar algo de Arrakis que debo conocer antes de que vayamos allí?, se preguntó.

Silabeó aquellas extrañas palabras: gom jabbar... Kwisatz Haderach. 

Eran tantas cosas que aprender. Arrakis era un lugar tan distinto a Caladan que la mente de Paul se perdía ante su solo pensamiento. Arrakis... Dune... el planeta del desierto.

Thufir Hawat, el maestro de asesinos de su padre, se lo había explicado: sus mortales enemigos, los Harkonnen, habían residido en Arrakis durante ochenta años, gobernando el planeta en un cuasi-feudo bajo un contrato con la Compañía CHOAM para la extracción de la especia geriátrica, la melange. Ahora, los Harkonnen iban a ser reemplazados por la Casa de los Atreides en pleno feudo... una aparente victoria para el duque Leto. Pero, había dicho Hawat, esta apariencia contenía un peligro mortal, ya que el duque Leto era popular entre las Grandes Casas del Landsraad.

—Un hombre demasiado popular provoca los celos de los poderosos —había dicho Hawat.

Arrakis... Dune... el planeta del desierto


(Frank Herbert: "Dune" 1965)






1 comentario:

  1. Curioso que junte a Duna con el rally, un manifiesto supuestamente ecológico con una manifestación supuestamente deportiva, aunque los ecologistas se enojen por los animales atropellados por bólidos que crucerean a 200+ por paisajes ilimitados.
    Las fotos están buenas, me sorprende el buggy de la última foto, que viene sucio como si ya hubiera corrido, mientras que los otros parecen recién salidos de la concesionaria.

    Lo importante es no aflojar.
    No respondió mi consulta del otro día.

    ResponderEliminar


Un clásico devorando litros....

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...

El Tiempo en mi Ciudad