La primer prueba del calendario era el clásico de Mónaco. El finlandés Hannu Mikkola paseaba 6 minutos delante de sus adversarios, y tal vez un exceso de confianza hizo que se vaya afuera y deba abandonar. La posta la tomó Jean Ragnotti con su confiable Renault 5 Turbo por sobre el Talbot Sunbeam de Guy Fréquelin y el Opel Ascona 400 de Jochi Kleint.
La segunda
fecha fue la revancha de la casa de Ingolstadt. En el Rally de Suecia, por
primera vez no ganaba un piloto local y Mikkola le daba la primera victoria a
la tracción total por sobre los Ford Escort de los también fineses Ari Vatanen y
Pentti Airikkala.
La tercer
prueba se desarrolló en las tierras de Portugal, y el ganador seguía sin
repetirse. En este caso, la victoria fue para Markku Allen y su Fiat Abarth
131, seguido por Henri Toivonen con un Talbot Sunbeam y Björn Waldegård a bordo
de un Toyota Celica 2000 GT. Hasta aquí, nueve nombres distintos en los nueve
escalones del podio y siete marcas diferentes compartían los palmares.
La cuarta fecha fue el extenuante y difícil Rally de Safari, que por primera vez presentaba un podio copado por una sola marca: Datsun. Su modelo Violet GT, cuya miniatura nos acompaña, fue el encargado del 1-2 encabezado por el keniata Shekhar Mehta seguido por el finlandés Rauno Aaltonen. Tercero resultó el también keniata Mike Kirkland quien conducía un Datsun 160J y cuarto llegaba Timo Salonen con su Datsun Silva 2000SX completando el póker de la casa japonesa.
Shekhar
Mehta, “El héroe del Safari”, ganó cinco veces la prueba africana en 20
participaciones consecutivas. Sus inicios en el mundo motor fueron con un BMW,
ya que su familia era importadora de la marca alemana. Luego tuvo algunas
experiencias a bordo de un Renault 16, hasta que recaló en Peugeot, por su fama
de robustez y los buenos preparadores de la región. Su primera participación en el
Safari fue en 1968, con un modesto Peugeot 204. En medio de la competencia, el
automóvil cayó a un lodazal y su poca potencia impidió que siga en carrera.
Para el año siguiente siguió con la casa del león (404?), pero los 23 pinchazos
que acuso lo relegaron al puesto 27.
La participación en el comienzo de la década del 70 la hizo con la marca nipona Datsun, por medio de su modelo 510. Un debut que no fue el mejor, ya que el motor japonés no le permitió concluir la prueba. La revancha la tuvo al año siguiente con el modelo 240Z cuando terminó segundo, detrás de su compatriota (nacido en Alemania) Edgar Hermann. El segundo año con el 240Z, no pudo repetir la buena actuación y terminó en un desdibujado décimo puesto. Pero Shekhar no era un piloto de rendirse.
Su tercera participación con el 240Z, en 1973, le dio su primer ansiado éxito en la historia del rally. Fue casi un empate con el sueco Harry Källström, quien también manejaba un Datsun, pero modelo 1800 SSS. En 1974, dejó las huestes japonesas para pasarse al Lancia Fulvia 1.6 HF. “El problema del Fulvia es que era ideal para rallies europeos, pero no tenía suficiente recorrido de suspensión para el Safari”, explicó Mehta. “Además, el coche era muy pequeño para montar un depósito de combustible más grande y llevar dos ruedas de repuesto. Era robusto, pero para llevarlo recto en zonas rotas se tenía que trabajar mucho al volante, lo que se traducía en castigar mucho la mecánica, la dirección y la suspensión”.
Por si fuera poco, Mehta tuvo otros problemas: “En un momento dado, el embrague se rompió y el arranque no funcionaba. En los controles horarios, no había más remedio que ir en círculos para no apagar el coche, por lo que conseguir que mi copiloto volviese al habitáculo requería una gran dosis de ingenio. Pese a todo, acabé undécimo”. La conclusión de Mehta fue tajante: “El Fulvia era el peor coche que había pilotado en mi vida, pero al menos Lancia me había pagado un buen sueldo”. Y al parecer le deben haber pagado bien, ya que al año siguiente siguió con la marca italiana, con un Beta coupé que también tenía problemas de suspensión, que le impidieron terminar el Safari.
El año 1976 marcó el regreso a Datsun con el modelo 160J, pero no fue el mejor volver, ya que un accidente determinó el abandono del keniata. Los dos siguientes años, volvieron a ser ingratos con abandonos por problemas en la planta motriz. Tuvo que esperar hasta 1979 para ver la bandera a cuadros. Y lo hizo de la mejor manera: ganando sobre Hannu Mikkola quien conducía un Mercedes Benz 450 SLC y Marku Alem quien arribo tercero con su Fiat 131 Abarth.
Y esta
época fue la mejor, ya que repitió victorias en 1980 con el 160J y en 1981 y
1982 con el Violet GT (En 1982 bajo la marca Nissan). Y siguió con la marca
hasta 1987, excepto en 1986 cuando condujo un Peugeot 205 T16 E2, pero nunca
pudo reverdecer sus laureles de ganador. Estuvo cerca en 1981, cuando visitó la
Argentina y salió segundo con su querido Violet GT, por detrás de Guy Fréquelin
quien manejaba un Talbot Sunbeam y por delante de Jorge Recalde, quien conducía
un Datsun 160J y Ernesto Soto que lo hizo con un Renault 12.
Shekhar ganó el primer Campeonato Africano de Rallies en 1981. También formó parte del equipo Peugeot de raids, y fue parte del equipo de la marca que compitió en la subida al Pikes Peak americano en 1987.
El héroe del Safari también fue rápido para dejarnos. Murió a los 60 años en Londres, por diversas complicaciones de salud.
La miniatura de Ixo corresponde a la entrega 25 de la colección de editorial Salvat “WRC Official Collection”.
Vasco, más allá de lo bello que es el coche (lo compartimos), tengo que felicitarte por la fotos, muy buenas.
ResponderEliminarAbrazo.
Hola Juanh!!
EliminarEl auto es un verdadero Haiku (poema). Tiene muchos detalles y Shekhar Mehta me remite a mis primeros años viendo "Coche a la Vista"
¿Le gustaron las fotos? Me hice una caja de luz con lámparas frías, y después le doy apenas un contraste a la foto (en este caso, me parecía que me había excedido). Es como para no hacerlo tan monótono.
Saludos!!!!!
No sé si entendí bien.
ResponderEliminarEl chango Mehta ganaba porque era un fenómeno, o porque los otros autos iban para atrás,
pero no porque este Datsun fuera la octava maravilla.
Acerté?
De todos modos el modelo es lindo,
y yo también noté el salto fotográfico, lo felicito.
Hola Gaucho!
EliminarDon Mehta iba siempre para adelante, pero no con las mejores máquinas. En el Safari se destacaba por su experiencia, y los Datsun estaban hechos para este tipo de carreras. Así la dupla consiguió las 5 victorias.
Los autos europeos no eran buenos para estos raid y por eso siempre les costó ganarlo.
La solución vino de la mano de la FIA, que para que no se quejen las automotrices participantes del campeonato, fue cortando las etapas y mejorando los caminos para finalmente convertir el Rally Safari en una competencia que nada tiene que ver con esos años.
Lo de la fotografía lo tengo en duda. En el celular se ven más "quemadas".
Nos vemos esta semana.
después voy a intentar esas fotos, creo que mi cámara tiene la posibilidad de hacer esos efectos, después le cuento
EliminarLo que más ayuda, es una buena iluminación. Yo lo rodeo con tres lámparas de 120... Y luego, con la compu, le doy un poco de contraste y algún otro filtro. En este caso, pienso que se me fue la mano.
EliminarPreciosa librea y muy colorida de este Datsun.
ResponderEliminarEl Safari era más un raid que un rallye, muy duro y con peculiaridades como una preparación especial para el terreno africano que ni muchos pilotos ni muchas escuadras lograban acertar. He visto muchas fotos de pilotos y mecánicos sudorosos tirando la toalla en la cuneta con las suspensiones dobladas. Eso si es un rallye muy fotogénico con jirafas masáis y pasos de ríos que dan miedo.
Hola Xavi!!
EliminarEs cierto, el Safari era más parecido al Dakar que a un rally convencional. De ahí, que en su historia, hubo ganadores sorpresas para el WRC. Fue como Indianápolis en los inicios de la F1.
Y hoy, esos vehículos son los más raros de conseguir. Lo raro, siempre llama la atención. Como los paisajes con jirafas de fondo...
Saludos!!!!