miércoles, 13 de marzo de 2024

Alpine A110 (1976 - 2017)

Hace unos 80 años, cuando Alemania ocupó Francia durante la Segunda Guerra Mundial, las fábricas de Renault pasan a estar bajo administración alemana. Su fundador, Louis Renault seguiría las órdenes alemanas, impuestas por las condiciones firmadas en el armisticio de 1940 y, al mismo tiempo, mantendría vínculos estrechos con el Régimen de Vichy.

Tras la liberación de París, Louis fue acusado de colaborar con los nazis y es objeto de denuncias y de campañas negativas en la prensa. El 23 de septiembre de 1944, se presenta voluntariamente ante el requerimiento del juez, que le inculpa y lo encarcela en Fresnes. Su mujer consigue que sea examinado y este constata un traumatismo craneal y una aguda crisis urémica, 
por lo que es trasladado primero a un hospital psiquiátrico y el 9 de octubre a la clínica Saint-Jean-de-Dieu de París donde fallece el 24 de ese mismo mes a la edad de 67 años.

Ninguna investigación oficial ha permitido conocer las condiciones en las que se realizó su detención y encarcelamiento, ni quiénes fueron los responsables de los evidentes malos tratos que sufrió en Fresnes, en una época, la de la depuración que a menudo fue violenta con los colaboradores (o sospechosos de haberlo sido) de los nazis.

El 1 de enero de 1945, una ordenanza del gobierno provisional pronuncia la disolución de la sociedad Renault y su nacionalización instituyendo al mismo tiempo «Régie Nationale des Usines Renault».

Lo que se tenía a mano para volver a la producción era el antiguo Juvaquatre de 1937, por lo que se hizo una importante inversión en herramientas y maquinaria para la producción masiva, teniendo en cuenta que se pueda utilizar para un nuevo modelo.

Ese nuevo modelo fue el Renault 4CV. Un modelo de bajo costos que se presentó el 26 de septiembre de 1946. La rapidez de su lanzamiento hizo que las unidades presentadas tuvieran que ser pintadas con restos de pintura amarillo oscuro del África Korps, sobrantes del periodo de la ocupación alemana durante la Segunda Guerra Mundial. La producción comenzó a mediados de 1947.

Este pequeño automóvil superó el millón de unidades producidas hasta su finalización en 1961.

Este modelo llamó la atención de un joven de 24 años, propietario de un concesionario Renault en Dieppe que usaba el pequeño modelo francés a diario. Jean Rédelé recorría a principios de los años 50 unos 100.000 km anuales conduciendo su Renault 4CV. En esos años no había mucho más que este automóvil en las carreteras, cuya nobleza permitía ser utilizado en el tiempo libre en las pequeñas competencias que volvían a surgir.

Él mismo declaraba, que una sucesión de hechos lo “llevaba a dar distintos pasos” que lo ubicaron en contacto con diseñadores y trabajadores del plástico en la carrocería. Así es como su pobre Renault sufre modificaciones y pruebas a manos de por ejemplo Chappe y Gessalin, para obtener mejoras en diseño para mejorar su performance. En sus entrañas usaba la plataforma, mecánica, suspensiones, frenos, ruedas y caja de cambios del Renault 4, pero en el exterior recibía donantes como por ejemplo la luneta trasera del Frégate, como parabrisas delantero.

En el diseño final del modelo, estuvo el trabajo de Giovanni Michelotti, quien realizó tres coupés que fueron presentadas en distintos salones como el de Nueva York de 1954 con el nombre de The Marquis. Su fabricación se inició en enero y se vio por vez primera el 30 de abril de 1955 para correr las Mil Millas​, donde se clasificó en segundo lugar en su categoría. Rédelé había escogido la denominación “Alpine”, porque “apreciaba las cualidades del Renault 4 en montaña, disfrutando mucho de las carreras en ese medio, en el cual valoraba especialmente su comportamiento”. En otras palabras, se trataba de nominar pequeños deportivos particularmente manejables en carreteras montañosas, haciendo una referencia a los Alpes. Y el nombre de A106 retenía las tres cifras del número 1062 que identificaba al Renault 4.

En 1958 sale a la luz el sucesor natural que fue el Alpine A108, que en un principio compartía la carrocería, pero en su interior llevaba los componentes mecánicos del Dauphine y en 1960, ​ se presenta el cabriolet y una coupé 2+2 con un nuevo chasis formado por una viga, teniendo a cada extremidad una cuna para dar soporte al motor (detrás) y los órganos de dirección (delante). Sin embargo, la carrocería más reconocida fue la berlinette que se presentó como la versión cerrada del cabriolet, producida a partir del otoño de 1960, suplantando al cabriolet y preparando el terreno para un nuevo automóvil.

El Alpine A110 también conocido como simplemente Berlinette fue diseñado por Giovanni Michelotti, y presentado en 1961. Obviamente utilizaba muchas piezas de Renault ya que su mecánica provenía del Renault 8.  El chasis seguía siendo de acero tubular con una liviana carrocería de fibra de vidrio, configuración inspirada Lotus Elan de Colin Chapman, fuente de inspiración para varios diseñadores de la época.

Originalmente estuvo disponible con motores 1.1 L R8 Major o R8 Gordini. El motor Gordini desarrollaba 95 CV y le permitió al A110 lograr varias victorias en rallyes de Francia a finales de los años 1960. Posteriormente, recibió el motor con bloque de aluminio del Renault 16, con dos carburadores de doble cuerpo Weber 45​ que desarrollaba 125 CV lo que permitía al 1600S de producción llegar a la velocidad máxima de 210 km/h.

Esto le permitió ganar numerosas carreras, principalmente competencias de rally, que le posibilitaron en 1973, llevarse la primera Copa de Constructores instaurada ese mismo año, ganando 6 competencias sobre 10 presentaciones, de un total de 13 carreras que comprendía el Campeonato Mundial.

Mucha agua corrió bajo el puente de Alpine, hasta que en el Salón de Ginebra de 2017 se presentó el nuevo Alpine A110, un nuevo deportivo de dos puertas biplaza, con un diseño de motor central-trasero y tracción trasera. Era de un tamaño compacto con buenas prestaciones y mucha agilidad, gracias a una construcción ligera de aluminio con un peso de 1080 kg para la versión menos equipada.

No solo compartía el nombre de su predecesor, sino que su diseño remitía directamente a las formas del modelo original. Su motor de cuatro cilindros estaba montado transversalmente y tenía una capacidad de 1798 cm³, y una potencia máxima de 252 CV y le permitía acelerar de 0 a 100 km/h en 4.5 segundos y alcanzar una velocidad máxima limitada a 250 km/h. Gracias a su coeficiente aerodinámico de 0.32 Cx, más un fondo plano y un generoso difusor, podía prescindir de cualquier alerón trasero de dudosa estética.

 

El modelo de 1976 de UH, pertenece a la colección “Car Collection” y el modelo 2017 es de Bburago.

jueves, 7 de marzo de 2024

Renault 18 GTX (1992)

Competencia carente de matices, al menos en la disputa por las posiciones más destacadas. Sainz sólo "resistió" a Auriol al principio. Recalde ni terció y abandonó. Menem se floreó sin rivales en el Grupo N. Raies nunca se vio amenazado en su división... Del Buono, navegando a Trelles, resultó el mejor argentino en la general (3ero)

De cinco carreras en que intervino este año Auriol ganó cuatro. Argentina fue la única incursión fuera de Europa que hará en 1992 y es el confeso favorito del equipo ¿semioficial? Lancia para buscar el título de este año. Estos tres datos aislados sobre el francés otorgan lo necesario para evaluar en función de la temporada, su victoria en los caminos de Tucumán y Catamarca.

Carlos Sainz, por su parte, repite en este ejercicio el esfuerzo realizado en 1990, cuando estuvo en casi todas las del Campeonato, persistencia que le sirvió para obtener el título.

Sin embargo y pese a los progresos realizados para Toyota por Pirelli con sus neumáticos de dibujo asimétrico, los Lancia oficiales aún tienen una carta ganadora: las cubiertas Michelin con sistema ATS, que se "bancan" sin problemas una pinchadura, permitiendo aún en esa condición la máxima performance. Empero, parece evidente que el equipo Toyota no responde eficientemente en condiciones de máxima presión, como su contrapartida italiana.

Despistes, o pequeñas pero definitorias fallas lo afectan, al mismo tiempo que un lento desarrollo de su nuevo modelo, el que aún no alcanza al de una berlina que posee seis años de rallies a cuesta. De todas maneras, la pinchadura del neumático trasero derecho en la PC7 y el minuto perdido así por Sainz fueron claves en la definición de la carrera. Nunca más pudo acercarse a Auriol, quien aumentó su ventaja a favor de los detalles que jugaron en contra del español.

Lo de Recalde - Christie no sorprende. Su escaso e inadecuado entrenamiento en rallies - sprint no admite comparaciones con los de Sainz, Auriol o el mismo Gustavo Trelles, quien conduce habitualmente un "súper - Delta" en el torneo español de tierra. Sin embargo, a ello debería agregarse algo más: ¿falta de motivación?, ¿fallas técnicas?. Sea como sea, cuando abandonó en el PC17 tras romperse -una vez más...- su radiador de aceite, no estaba en buena posición ya que había sido superado por Fiorio -quien volcó en el PC siguiente y siguió- mientras que Trelles con otro Lancia se acercaba paulatinamente.

Lo de Rudi Stohl es, como siempre, puro corazón. El austríaco es una atracción en sí mismo. No es algo dado por cierto, por la espectacularidad de su conducción, ni por lo increíble de sus performances. Sino más bien por el altísimo espíritu deportivo que motivan sus intervenciones extraeuropeas y del cual ha dado, aún antes de esta carrera, sobradas pruebas. De haber podido contar con la versión S2 del 90 Quattro, lo que le hubiese permitido disponer de 100 HP más, habría dado algo más de lucha a sus rivales privados.

Menem - Zucchini, no hicieron más que cumplir con lo que necesitaban; sumar los 13 puntos que les da la victoria en el que lamentablemente fue un despoblado Grupo N. Sus dos rivales potenciales, De Mevius y Capdevila prácticamente se eliminaron solos antes de partir. El binomio japonés Nishiyama - Yamazaki (quienes corrieron en Córcega 1991) con un Nissan Skyline GT-R doble turbo no fue rival para ellos, así como tampoco el Alfa de Schmauk ni los pequeños Suzuki de Aguirre y Menéndez Behety.

La lucha que prometía la numerosísima Clase Siete -los Renault 18 en la práctica- no se dió. Al principio pareció que sería Jorge Bescham y su Fiat Regatta quienes le darían lucha, indiscutido favorito Gabriel Raies, pero su temprano abandono así como el de Juan Pablo Raies le restaron tempranamente dos protagonistas a esta división. Miguel Torrás quedó entonces como único capaz de pelearle a Gabriel, aunque apurado a su vez por el Fiat Regatta sobreviviente de Hugo Rosso y el R-18 del catamarqueño Walter D´Agostini. Torrás intentó apurar el tranco, pero aunque lo hizo al final, no pudo alcanzar al puntero.

Tal como en todos los rallies de Argentina, Raies intentó seguir el paso de los importados menos potentes (en este caso el Ford Sierra Cosworth de Carlos Menem con quien tiene una casi tradicional rivalidad), pero le fue imposible. En la Clase Seis, tras el abandono de Luaces - Maggi, se impuso el catamarqueño Diaz Dian.

La organización merece un párrafo aparte. Tal como habíamos sospechado, el tardío cambio de escenario no jugó a favor de nuestra carrera. Lo hizo en contra. Ciertos inconvenientes en las comunicaciones, las repetidas suspensiones de Pruebas de Clasificación (y por diferentes motivos) y una organización que evidentemente puede ser muy mejorada no son argumentos como para mantener la fecha en nuestro país.


(Revista Corsa n° 1357 Agosto 1992)


Un clásico devorando litros....

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...

El Tiempo en mi Ciudad