martes, 25 de abril de 2023

Chevrolet Chevette SL (1979)

YO, señor, soy de Segovia; mi padre se llamó Clemente Pablo, natural del mismo pueblo -Dios le tenga en el cielo -. Fué, tal como todos dicen, de oficio barbero; aunque eran tan altos sus pensamientos, que se corría le llamasen así, diciendo que él era tundidor de mejillas y sastre de barbas. Dicen que. era de muy buena cepa, y, según él bebía, es cosa para creer. Estuvo casado con Aldonza Saturno de Rebollo. Hija de Octavio de Rebollo Codillo, y nieta de Lépido Ziuraconte. Sospechábase en el pueblo que no era cristiana vieja, aunque ella, por los nombres de sus pasados, esforzaba que descendía de los del triunvirato romano. 
Tuvo muy buen parecer, y fué tan celebrada, que en el tiempo que ella vivió, todos los copleros de España hacían cosas sobre ella. Padeció grandes trabajos recién casada, y aun después, porque malas lenguas daban en decir que mi padre metía el dos de bastos por sacar el as de oros, Probósele que, a todos los que hacía la barba a navaja, mientras les daba con el agua, levantándoles la cara para el lavatorio, un mi hermano de siete años les sacaba, muy á su salvo, los tuétanos de las faldriqueras. Murió el angélico de unos azotes que le dieron en la cárcel. Sintiólo mucho mi padre, por ser tal, que robaba a todos las voluntades.

Por estas y otras niñerías estuvo preso; aunque, según a mí me han dicho después, salió de la cárcel con tanta honra, que le acompañaron doscientos cardenales, sino Que a ninguno llamaban señoría. Las damas diz que salían por verle a las ventanas, que siempre pareció bien mi padre, a pie y a caballo. No lo digo por vanagloria, que bien saben todos cuán ajeno soy de ella.

Mi madre, pues, no tuvo calamidades. Un día, alabándomela una vieja que me crió, decía que era tal su agrado, que hechizaba a todos cuantos la trataban; sólo diz que le dijo no sé qué de un cabrón, lo cual la puso cerca: de que la diesen plumas con que lo hiciese en público. Hubo fama de que reedificaba doncellas; resucitaba cabellos, encubriendo canas. Unos la llamaban zurcidora de gustos; otros, algebrista de voluntades desconcertadas, y por mal nombre alcahueta y flux para los dineros de todos.
Ver, pues, con la cara de risa que ella oía esto de todos, era para más atraerles sus voluntades. No me detendré en decir la penitencia que hacía. Tenía su aposento, -donde sola ella entraba y algunas veces yo, que como era chico podía-, todo rodeado de calaveras, que ella decía eran para memorias de la muerte, y otros, por vituperarla, que para voluntades de la vida. Su cama estaba armada sobre sogas de ahorcado, y deciame a mí: «¿Qué piensas? con el recuerdo de esto aconsejo a los qué bien quiero que, para que se libren de ellas, vivan con la barba sobre el hombro, de suerte que ni aun con mínimos indicios se les averigüe lo que hicieren».

Hubo grandes diferencias entre mis padres sobre a quién había de imitar en el oficio; mas yo, que siempre tuve pensamientos de caballero desde chiquito, nunca me apliqué ni a uno ni a otro. Decíame mi padre: «Hijo, esto de ser ladrón no es arte mecánica, sino liberal»; y de allí a un rato, habiendo suspirado, decía de manos. «Quien no hurta en el mundo, no vive. ¿Porqué piensa que los alguaciles y alcaldes nos aborrecen tanto? Unas veces nos destierran, otras nos azotan y otras nos cuelgan, aunque nunca haya llegado el día de nuestro santo, no lo puedo decir sin lágrimas·», - lloraba como un niño el buen viejo acordándose de las veces que le habían bataneado las costillas - «porque no querrían que adonde están hubiese otros ladrones sino ellos y sus ministros; mas de todo nos libra la buena astucia. 

 (Francisco de Quevedo: “La vida del buscón” 1626)

4 comentarios:

  1. Interesante Quevedo, no lo había leído y ya me dio ganas de empezar.
    Del modelo no le digo nada porque no conozco al real, imagino que es medio primo de nuestro Opel K180, más moderno y en versión dos puertas.

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    Respuestas
    1. Yo le confieso que conocí a Quevedo por Antonio, y la verdad es que a mí también me dio ganas de leer alguna obra completa.

      ¿No conoce la historia del Chevette? Yo tampoco... Para cuando publique el Opel, prometo contarle de como uno se basó en el otro.... En un par de años se va a enterar. Palabra de Vasco.

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    2. No creo que sea una historia con mucha ciencia.
      El Chevette es posterior a nuestro K180, para mercado brasilero se hace de dos puertas y con la trompa que se usaba en ese tiempo en los Chevrolets de USA (recuerdo un Pontiac casi parecido), de cola es igual al K180 con otras luces.
      Quizás el Chevette tenga un motor mejor que el K180 (recordemos que el nuestro tenía un motor de Chevrolet 400 con dos cilindros serruchados).
      Debió ser un buen auto, aunque tal vez algo berretón en materiales y terminación.

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    3. Tampoco me tire abajo la historia!!!! Con lo que me cuesta pensar...
      Ok, algo se me va a ocurrir....

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Un clásico devorando litros....

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